Los catalanes aprueban con un 5,5 la gestión del actual Govern de Junts pel Sí y la mayoría de ellos rechazan la posibilidad de una subida de impuestos, según la última encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat sobre Percepción de las políticas públicas y valoración del Govern.
Realizada entre 1.700 personas entre el 10 de noviembre y el 19 de diciembre del año pasado, la encuesta detalla que un 72,2 % de los catalanes aprueban al actual ejecutivo de Carles Puigdemont, frente al 65,1 % que lo hacía en octubre de 2011, cuando la CiU de Artur Mas estaba al frente de la Generalitat.
Pero si entonces la nota al Govern era de un 4,96, ahora los catalanes aprueban con un 5,5 la gestión del ejecutivo; por votantes, solo los de Junts pel Sí aprueban con buena nota al Govern (6,65), mientras que el resto de la oposición le suspende, incluidos los votantes de la CUP (4,84).
Precisamente en plena negociación presupuestaria entre la CUP y JxSí, con la fiscalidad como uno de los principales escollos, la mayoría de catalanes se muestran en contra de subir impuestos, ya que un 56,2 % están muy o bastante de acuerdo en mantener los actuales impuestos para ofrecer los mismos servicios, y un 14,9 % aboga por bajar impuestos aunque sea en detrimento de la calidad de los servicios, frente a un tercio de ciudadanos que prefieren más impuestos para mejorar los servicios públicos.
Por otro lado, sobre qué recortes los catalanes no admitirían en ningún caso, se sitúan como principales respuestas la atención sanitaria (72,9 %), las pensiones (40,4 %) o las becas de educación (19,3 %), mientras que sí estarían dispuestos a aceptar recortes en viviendas de protección oficial (34,5 %).
Según ha explicado en rueda de prensa el director del CEO, Jordi Argelaguet, esto se debe al “grado de implicación de esos servicios en la vida diaria de los ciudadanos, ya que la sanidad afecta a mucha más gente, mientras que pocas personas están afectadas directamente por la política de viviendas de protección oficial”.
Algo más de la mitad de los catalanes, por otro lado, valoran de forma bastante o muy positiva el funcionamiento de la administración pública de la Generalitat, pasando de un 28,3% hace cuatro años a un 51,1% en la actualidad.
La mayoría de catalanes también consideran que el actual Govern sabe cómo resolver los problemas de Cataluña, pero necesita tiempo (38,9%) o está resolviendo los problemas (8,1%), frente a una “minoría mayoritaria” de un 44% que cree que el actual ejecutivo no sabe cómo resolver los problemas de Cataluña.
Sin embargo, preguntados sobre lo peor y lo mejor que ha hecho el Govern en el último año, la mitad de los ciudadanos encuestados fueron incapaces de identificar una sola actuación buena o mala del ejecutivo, y un 56,8% respondió así que “no sabía” qué era lo mejor que había hecho bien, por un 46,7% de qué había hecho mal el Govern.
Entre los que sí respondieron con una acción concreta, lo mejor para un 14,2% fueron las políticas públicas y, para un 8,9%, el derecho a decidir; en contraposición, para un 11,5% lo peor fueron los recortes en servicios públicos (11,5%) o el impulso del derecho a decidir (9,9%).
Por último, sobre la puntuación a la actuación de la Generalitat en diferentes ámbitos, destacan el 6,35 a infraestructuras (puertos y aeropuertos), el 6,16 a transporte público (6,16) y el 6,10 a seguridad ciudadana; suspenden las ayudas a empresas, vivienda, desigualdades sociales, justicia, lucha contra el paro y contra temporalidad de contratos; y, pese a aprobar con un 5,15, el único ámbito de todos que baja en su puntuación respecto a 2011 es la actuación del Govern sobre la red de ferrocarriles.