El litoral catalán y las Illes Balears siguen en alerta por los fuertes vientos y el temporal marítimo.
Esta madrugada, el temporal marítimo ha alcanzado su máxima virulencia, con fuertes rachas de viento en todo el litoral y prelitoral de Barcelona así como en las comarcas del sur de Girona. Este temporal ha provocado espectaculares olas. En Begur, se ha llegado a registrar una de 10,73 metros y en Barcelona de más de ocho metros.
El viento es muy intenso en las comarcas del litoral y prelitoral de Barcelona, Girona y Tarragona. Destacan registros como los 80,3 km/h al Observatorio Fabra de Barcelona, los 76,3 km/h en Cabrils, los 75,2 km/h a la bocana sur del Puerto de Barcelona o los 64,1 km/h en Parets del Vallès.
Para este domingo también se prevén lluvias, que podrían acumular más de 100 litros a las comarcas de Girona. En este sector la cota de nieve oscilará entre los 400 y 600 metros.
El viento soplará con mucha fuerza durante todo el fin de semana, con ráfagas de más de 90 kilómetros por hora, al litoral y prelitoral central. Las comarcas donde la afectación es más probable son el Barcelonès, el Maresme y la Selva.
Protección Civil de la Generalitat pide extremar las precauciones en el frente marítimo debido al fuerte oleaje. Hay que tener mucho cuidado en las zonas portuarias, espigones y en las actividades que se realicen cerca de la costa. Se deben respetar los cierres de los accesos al litoral que se realicen con carácter preventivo por seguridad. También pide evitar hacer fotografías o mirar como rompen las olas para no ponerse en peligro. Barcelona es una de las ciudades que ha activado su plan de emergencias municipal por el estado de la mar.
En cuanto al viento, Protecció Civil recomienda especial prudencia en la movilidad, a pie y en vehículo, y también en la práctica de actividades al aire libre en las zonas afectadas por el fuerte viento. Recuerdo que en los momentos de rachas más intensas hay que protegerse especialmente de elementos que parezcan inestables y vigilar con las zonas arboladas.
Se trata de uno de los temporales más intensos que ha vivido Catalunya en los últimos diez años. Y cuando amaine será el momento de evaluar los daños provocados por la mala mar y el fuerte viento.