Sin sorpresas, aunque sí con críticas e incluso justificaciones, el equipo de gobierno en minoría (PSC-CiU) logró sacar adelante el jueves los presupuestos para este año gracias a la abstención de TeC, ERC-MES y C’s. Un amplio aval a las cuentas insólito en la corporación egarense ya que sólo dos ediles, los representantes de la CUP y el PP, votaron en contra de los presupuestos.
La tranquilidad con la que el teniente de alcalde de Servicios Generales y Gobierno Abierto, Alfredo Vega, se presentó al debate de unos presupuestos que sabía desde hace semanas que se aprobarían sin problemas se vio truncada por las críticas y lecciones de los grupos de la oposición, tanto de quienes facilitaron las cuentas con su abstención como de quienes las rechazaron. Antes de que le llegaran los reproches, el edil socialista resaltó el “intenso diálogo y aportaciones” de los grupos a las cuentas porque “aunque no todas las propuestas han tenido el mismo peso (remarcó especialmente el que sí tuvo TeC), todas han mejorado el proyecto inicial”. Aseguró que las cuentas priorizan “la acción social, la actividad económica y la mejora del espacio público para conseguir una ciudad más justa, equitativa y de progreso”.
El líder del PDeCat, Miquel Sàmper, socio de gobierno junto a los socialistas, resaltó la “pluralidad ideológica” presente en el dictamen: “Son unos presupuestos que obedecen a la sensibilidad de la ciudad representada en este pleno. “Cada vez más, tanto las ordenanzas fiscales como los presupuestos, serán más plurales”, afirmó. El edil, titular del área de Desarrollo Económico, afirmó que su departamento incrementa el presupuesto en más de un 2% y que este será el año de “materialización” de proyectos ideados durante el 2016.
“Sin proyecto de futuro”
Los grupos que facilitaron la aprobación de las cuentas no quisieron obviar sus críticas al equipo de gobierno. El primero en hacerlo fue el más benevolente. Javier González, de C’s, acabó destacando que estos eran “los mejores presupuestos de los últimos seis años”, especialmente por el “punto de inflexión” que suponen los doce millones en inversiones y el millón de euros adicionales en limpieza; aspectos, dijo, que se habían plasmado en presupuesto gracias al “empuje” de C’s. El portavoz del partido naranja, el que más cómodo se mostró con el hecho de compartir abstención con TeC y ERC-MES, no se olvidó de criticar la “falta de visión estratégica y de proyecto de ciudad” que destilan las cuentas.
La ausencia de esta visión de futuro fue una crítica compartida por todos los grupos. El más beligerante y más exigente con el bipartito fue ERC-MES. En un tono aleccionador, como se queja Vega y muy a pesar del propio líder republicano, Isaac Albert remarcó el agotamiento del equipo de gobierno: “A pesar del apoyo que reciben esta noche, hoy son más débiles que nunca por la falta de rumbo”, criticó. Albert afeó al bipartito que “viven en un vodevil constante” y que ese “desconcierto y caos lo han trasladado al salón de plenos”, en referencia a los pactos alcanzados tanto con C’s, como con partidos de izquierdas, como el propio ERC y TeC. Albert reclamó una y otra vez “proyecto a largo plazo para construir el futuro y transformar la ciudad” y una “valoración política de los presupuestos”, en lugar de “contable”. Resumiendo: “Echamos de menos mucha política, proyecto y relato”, dijo. Afeó a Vega que las negociaciones se habían hecho bajo la premisa del “reparto” para tener contentos a todos los grupos (un mercadeo que el responsable de Haciendo negó), le exigió que eligiese a quien quería como aliado y quiso distanciarse de C’s. Afirmó que las aportaciones de C’s “dibujan un proyecto completamente distinto al de Esquerra”. En su sermón, Albert hizo una férrea defensa de “la política” como herramienta para transformar realidades.
La intervención de Xavier Matilla, de TeC, que se produjo justo después de la de Albert, vino a restar trascendencia al debate del jueves, al señalar que los presupuestos son sólo una “partitura” y que para saber cómo suena la música habrá que estar muy atento a su interpretación. El líder de los comunes reconoció que “confiar por segundo año consecutivo no es fácil” y que a estas alturas le “cuesta encontrar indicios” de que la “capacidad” del bipartito para “dirigir” el Ayuntamiento “pueda mejorar”. Aún así,+ y admitiendo que durante 2016 no se habían llevado a cabo las propuestas pactadas en los anteriores presupuestos, Matilla explicó que vuelven a abstenerse tras incorporar a las cuentas “medidas organizativas” que faciliten la puesta en marcha de los proyectos presentados hace un año, como el plan de calles principales para aplicar mejoras en los barrios; el proyecto para impulsar el comercio de proximidad; el plan de actuación integral en los polígonos industriales o la coordinación para desarrollar el Plan de Movilidad.
Quien no hizo concesiones fue la CUP, que votó en contra de los presupuestos y señaló el pacto “a derecha y a izquierda” del equipo de gobierno para poder sacar adelante los números. La portavoz Maria Sirvent denunció la falta de nuevas ideas: “Parece que los servicios han prorrogado programas sin abordar un debate profundo”, sostuvo.
Aseguró que a la formación le “sobran los motivos” para rechazar las cuentas, que “no son ni más participativas ni más sociales”. La edil lamentó el descenso de recursos en Calidad Democrática, la “escasa” dotación para Ciudadanía y Derechos Civiles o que la amortización de un crédito de Vivienda no se haya reinvertido en el mismo área de Derechos Sociales. En definitiva, dijo, “no es una propuesta elaborada pensando en las clases populares”, tras señalar que el objetivo de los presupuestos debe ser “redistribuir la riqueza”.
En el bando del ‘no’ también se situó el PP. Su portavoz, Álex Rodríguez, que con una victoria inesperada consiguió descolocar al concejal Alfredo Vega (ver tema inferior), remarcó la “deriva hacia la izquierda” de las cuentas. Criticó el “permanente gasto en cargos de confianza”; el mantenimiento de un “ineficiente” entramado societario; el aumento en 36 mil euros de la partida para la Sindicatura Municipal de Greuges y el descenso en más de medio millón de euros en la partida para Policía Municipal. El edil Alfredo Vega negó algunas de las cifras aportadas por Rodríguez. En el caso de la policía, dijo, se mantienen los 244 agentes. Aún con las explicaciones, el popular rechazó unas cuentas que, en su conjunto, son “continuistas”.
Dardos hacia C’s
Fue curioso observar, como ya ha pasado en más de una ocasión, el fuego cruzado entre los propios partidos de la oposición. El jueves, los dardos fueron contra C’s. El primero en atacar fue el PP, que afeó al partido naranja que, implícitamente, con su abstención “vota a favor de la subida de impuestos y a favor de mantener la deuda municipal”, dos aspectos con los que C’s ha sido muy crítico. TeC también señaló la “incoherencia” de la formación, al votar en contra de las ordenanzas fiscales y ahora abstenerse en los presupuestos, en el reparto, por tanto, de esos ingresos. El más incómodo con la “táctica” de C’s, por lo que además implica de juego a dos bandas del equipo de gobierno, fue ERC-MES. Albert quiso resaltar la manera “tan distinta” que tienen ambos partido de entender la política. González, con la socarronería que le caracteriza, señaló la “ofuscación” de ERC-MES y TeC con su postura. Unos “porque piensan que aún gobiernan” y los otros “porque quieren gobernar”.