La Policía Municipal ha imputado delitos contra la seguridad del tráfico a cuatro conductores a los que sorprendió el sábado en estado de ebriedad. Tres de ellos estaban implicados en accidentes.
A la una de la madrugada ocurrió un accidente en la avenida de Santa Eulàlia, donde colisionaron dos turismos por alcance. Un coche frenó y el conductor del otro, que iba detrás, no se apercibió de la maniobra. Ese segundo individuo se encontraba bajo los efectos del alcohol, como comprobaron los agentes de la Policía Municipal que se presentaron en el sector después del aviso del sistema 112 al cuerpo local. El infractor, causante de la colisión, dio resultados de 0,71 y 0,70 miligramos en las pruebas de alcoholemia, por lo que los guardias le informaron de que le abrirían diligencias penales. El otro conductor estaba “limpio”; fue atendido por personal sanitario.
No habían transcurrido dos horas desde ese accidente cuando la Policía Municipal supo de otro por una información de los Mossos d’Esquadra. Un vehículo había impactado contra la acera en la plaza de los Països Catalans, a pocos metros de la Jefatura.
Semáforos en rojo
El conductor tuvo que soplar y los tests arrojaron niveles de 0,82 y 0,78 miligramos, lo que acarreó al individuo una imputación por un delito contra la seguridad vial. El coche fue retirado por una grúa, pues a resultas del accidente quedó inmovilizado. Una hora más tarde, a las cuatro de la madrugada del sábado, unos guardias municipales observaron un automóvil que circulaba de manera errática por el paseo del Vint-i-dos de Juliol, cerca del cruce con la Rambla d’Ègara. Iba a alta velocidad, rebasando semáforos en rojo. Los agentes pararon el vehículo y conminaron al conductor a hacer las pruebas. Los resultados: 0,69 y 0,71. Las repercusiones punitivas: diligencias penales.
Más altas (de 0,86 y de 0,82) fueron las tasas de las pruebas efectuadas a las 5.45 de la mañana por un hombre después de que su coche golpease una acera en la avenida de Santa Eulàlia, en Can Jofresa.