En los últimos meses han coincidido varias iniciativas políticas, desde prácticamente todas las administraciones públicas, encaminadas a iniciar un proceso de debate que culmine con una profunda reforma horaria. La adaptación a los horarios europeos se fija como una prioridad en el trayecto para alcanzar la imprescindible conciliación entre vida laboral y familiar. Fátima Báñez, la ministra de Empleo, anunció que el Gobierno impulsará un gran pacto nacional. Desde la Generalitat también se anuncia una ley para 2018 centrada en la adaptación del horario en el ámbito público. A nivel municipal se han abierto procesos participativos sobre los usos del tiempo.
La Cambra de Comerç i Indústria de Terrassa ha arrojado ahora nuevos datos que resultan fundamentales para que este proceso llegue a buen puerto. Un estudio detalla que siete de cada diez empresas ve factible aplicar la reforma horario. El sondeo también apunta que más de la mitad de las compañías observa beneficios en el cambio. Sin duda alguna, la opinión del empresariado resulta fundamental para que pueda concretarse una modificación de esta envergadura. Sin la connivencia de este colectivo resulta imposible avanzar hacia la racionalización.
Existe un importante consenso en torno a la necesidad de introducir variaciones, pero nadie puede negar que es un camino plagado de dificultades. No deja de ser que se busca un nuevo marco relacional entre vida privada y profesional. Las excepciones pueden ser enormes, pero también debe ser enorme la transformación que se acometa.
Sin urgencias, pero tampoco con demoras, con paso firme. Se dan las circunstancias para afrontar un debate de peso y sereno que concluya con una modificación radical de nuestro modo de vida, porque en el fondo, la conciliación laboral y familiar obligará a una profunda renovación de unos hábitos que parecen imposible alterar. Es un proceso que no debe detenerse y que debe llegar hasta el final, con todas sus consecuencias. Es un elemento tan importante que no se pueden permitir medias tintas. En esta materia no hay grises, es blanco o negro. Tras analizar, debatir y acordar será el momento de diseñar esta transformación vital que lógicamente no puede hacerse de la noche al día, pero que debe ser completa para que sea exitosa.