Los contratos laborales suscritos el pasado mes de noviembre con una duración de siete días o menos registraron un incremento interanual del 18,4%, hasta alcanzar los 457.213, lo que supone que una de cada cuatro contrataciones firmada fue de muy corta duración. Según los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe), en noviembre se firmaron 1,74 millones de nuevos contratos, de los que sólo 154.854 tenían una duración indefinida, lo que significa que los 1.588.854 restantes eran temporales (el 91% del total).
Dentro de los temporales, es muy significativo el peso que tienen concretamente los contratos de no más de siete días (26 % del total), lo que contrasta con los 257.214 de noviembre de 2007 (el 16 % del total) y supone que estos contratos de muy corta duración ganaron importancia durante la crisis. Además, estos contratos de una semana como máximo firmados en noviembre forman parte de los 646.227 que no superaron el mes y de los 828.174 cuyo tiempo estimado no sobrepasará los tres meses.
Según los datos del Sepe, la duración media de los contratos temporales se ha reducido en más de dos días en el último año, desde los 53,79 de noviembre de 2015 a los 51,41 días del pasado mes.
Mayor es la diferencia si nos remontamos a los años previos a la crisis, ya que el tiempo medio de los contratos se ha recortado en veintisiete días respecto a los 78,93 días que duraban de media los contratos temporales en noviembre de 2007, año en el que el empleo crecía al 3,2 %, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
De las cifras analizadas del Sepe, llama la atención que los contratos eventuales por circunstancias de la producción (741.927) y los de obra y servicio (677.993) fueron los más frecuentes en noviembre.
Es precisamente el de eventuales por circunstancias de la producción el tipo de contrato elegido en la mayoría de las contrataciones de muy corta duración, con 336.437 contrataciones rubricadas por, como máximo, una semana.
Sector servicios
Esta elevada temporalidad se nutre principalmente del sector servicios, el responsable del 81% de los contratos de muy corta duración firmados en noviembre (con 372.633 contrataciones), seguido muy de lejos por la industria (53.423), la agricultura (26.752) y la construcción (4.405).
Respecto al total de contratos realizados en cada sector, casi un tercio de los firmados en los servicios eran de muy corta duración, al igual que en la industria, un sector que también recurrió en noviembre a contratos de siete días o menos en un 30% de las ocasiones.
Además, y según el tipo de jornada, la mayoría de los contratos de muy corta duración fueron a tiempo completo (278.995) y el resto, parcial (178.218).
En función de la edad, estos contratos de muy poca duración se dieron principalmente en trabajadores muy jóvenes, de entre 20 y 29 años (162.047 contratos), seguidos por los de 30 y 39 años (128.028), y se realizaron sobre todo a personas que no han llegado más allá de la educación secundaria, es decir ESO o FP.