Las previsiones negativas sobre la repercusión que las tres nuevas estaciones de FGC tendrían en los autobuses urbanos no se cumplen. Año y medio después del estreno de la prolongación, el número de viajeros en bus remonta y, si continúa la actual progresión, marcará un nuevo récord de viajeros.
Así lo revela la estadística de Transports Municipal d’Egara (Tmesa) en la recta final del año. Según el último balance de usuarios, correspondiente al periodo comprendido entre septiembre y noviembre, el transporte urbano ha registrado un incremento de viajeros del 2,81 por ciento en días laborables, lo que supone la media de pasajeros más alta de los últimos cinco años.
El dato confirma que, lejos de perder competitividad, el bus gana nuevos usuarios en la ciudad, donde el pasado mes de noviembre el servicio registró la cifra más alta de pasajeros de su historia en un mes como ese. Si no hay novedades, Tmesa cerrará el ejercicio muy por encima de los 12 millones de viajes, y si la tendencia al alza se confirma, la compañía batirá un nuevo récord en breve.
Complementarios
El 31 de julio de 2015 entraba en funcionamiento la prolongación de la línea de FGC desde la Rambla d’Egara hasta Can Roca, revolucionando la movilidad en la ciudad. La ampliación de la S1 no solo ha mejorado la conectividad ferroviaria con los municipios del área metropolitana, también aporta funciones de metro, al conectar en pocos minutos distintos barrios, asñí como el norte y el sur de la ciudad.
Tmesa esperaba ver reducida la demanda del autobús entre un 4 y un 8 por ciento, atendiendo a que muchos ciudadanos utilizarían el tren para sus desplazamientos urbanos por la proximidad de las nuevas estaciones a sus domicilios. Esos presagios no se han cumplido y durante el primer año de la entrada en servicio de la prolongación, entre agosto de 2015 y julio de 2016, el número de usuarios del autobús urbano descendió sólo un 1,87 %.
A partir de ese momento, el descenso de la demanda no solo se ha frenado, si no que actualmente las líneas de autobús ganan usuarios. El dato desmonta definitivamente la teoría de que el bus y el tren entrarían en competición y confirma que el aumento de la oferta dispara el uso del transporte público en la ciudad, donde FGC también suma nuevos viajeros.
Una de las claves de la mayor apuesta de la ciudadanía por el transporte público es la conectividad entre el tren y el bus. Coincidiendo con la entrada en servicio de las nuevas estaciones de Vallparadís Universitat, Estació del Nord y Nacions Unides, Tmesa llevó a cabo el año pasado un importante ajuste en algunas de sus líneas adaptándolas a los nuevos puntos generadores y atractores de viajes.
Modificaron sus recorridos, paradas y horarios las líneas 5, 6, 7 y la L’H, medida que fue acompañada de una campaña de divulgación – “Volem fer-t’ho fàcil”- en la que el bus anunciaba su mejor conectividad con las estaciones.
Durante la apertura de las nuevas paradas de tren, Transports Municipals d’Egara también ha llevado a cabo una campaña explicando la intermodalidad del bus y el tren y la conexión con otros modos de transporte como Rodalies Renfe o los autobuses interurbanos mediante los títulos de transporte integrado.
Las paradas de bus próximas a las estaciones han incorporado vinilos con información sobre la conexión intermodal de las líneas de bus con el tren y Tmesa ha instalado vitrinas en las nuevas estaciones de FGC para informar directamente a los usuarios de sobre el servicio de autobuses.
La coyuntura económica
A principios de 2015 las estadísticas de Tmesa iniciaron la remontada después de un largo periodo de crisis. La mejora de la coyuntura económica, la puesta en marcha de la APP y el aumento de los puntos de venta de los títulos del transporte estuvieron en el origen de la mejora de resultados. Estabilizada de nuevo la demanda, tras la incertidumbre generada ahora por la entrada en servicio de las nuevas estaciones, Tmesa espera volver a sumar ejercicios de récord.
En paralelo, la flota espera la llegada de los nuevos autobuses adquiridos por el Ayuntamiento y que deberían incorporarse al servicio el próximo año. Los vehículos darán el relevo a un parque antiguo y deteriorado.
En verano, la flota incorporó cuatro autobuses de segunda mano que la administración compró como refuerzo, a la espera de la llegada de las nuevas unidades.
