Terrassa

El esperado sorteo del Gordo se olvida otra vez de Terrassa

El de ayer, 22 de diciembre, Sorteo Extraordinadrio de Navidad, era uno de esos días con expectativas para muchas personas aunque las posibilidades de que se cumplieran eran prácticamente nulas. Se celebró la rifa, en el Teatro Real de Madrid, y el Gordo, el premio que reparte más fortuna, se olvidó un año más de Terrassa y prácticamente de la comarca y de Catalunya.

El Gordo fue perezoso, tardó en llegar, apareció sobre las doce del mediodía. Fue y es el 66513, se vendió en su mayoría en Madrid y ha repartido 4.000.000 de euros a la serie (400 mil el décimo) aunque en lo que toca hay que descontar los impuestos que van a parar al erario público. Como curiosidad apuntar que lo cantaron las niñas Lorena Stefan y Nicole Valenzuela, de la residencia de San Ildefonso, las mismas que cantaron el número del Gordo del año pasado 2015 y que tampoco dejó dinero en Terrassa. Con anterioridad al más esperado salieron el segundo, el 04536, y el tercero, 78748, así como la mayoría de los cuartos y quintos. El segundo (1.250.000 a la serie) estuvo cerca. Unos décimos del mismo se vendieron en la vecina ciudad de Sabadell. Y décimos de cuartos premios, el 59444 y el 07211 en Barberá del Vallès.

El primer premio pasó de largo pero también los que le preceden en orden de importancia. Administraciones de lotería consultadas por este diario presentían, cuando quedaba poco para finalizar el sorteo que las posibilidades de repartir un premio importante ya se habían desvanecido. “¡Ojalá! pudiéramos dar una gran noticia, una gran alegría pero no es así!, fue uno de los comentarios que expresaron en más de un puesto de venta. “Hay que resignarse. Lo importante es tener salud y trabajo”, comentaron también en otras administraciones.

Salud. Esta fue, seguramente, una de las palabras que más se expresó presencialmente y más se escribió en los canales de comunicación de redes sociales. A través de whatsapp, cuando uno/una contaba que no había tocado nada, aparecía por ejemplo una fotografía de un décimo de lotería que, con el sello fabulado de Apuestas y Loterías del Amor Sincero, deseaba Salud para todos los días de 2016. Quizás, y dado que ya se agota el año, hubiera sido mejor no indicar esa fecha por si acaso.

El pellizco
Pero ni la ilusión ni la esperanza, como reza el dicho popular, no se puede perder. El sorteo de Navidad, además de premios destacados, da otros muchos de menor cuantía. Es lo que se conoce como pedrea y reporta cien euros por décimo y, por su importe, se puede cobrar directamente en las ventanillas. Y ahí sí, en la pedrea, es muy probable que un buen número de egarenses que tentaban el azar habrán pellizcado algo ni que sea para compensar, para quedar en paz con el bolsillo.

Las administraciones de lotería ya confirmaban que habían vendido boletos con terminaciones del primero y segundo premio por lo que, seguramente, ayer mismo por la tarde ya tuvieron algún que otro afortunado en la ventanilla para cobrar el premio. Muchos de los que se acercaron, ya optaron para adquirir un número para el Sorteo Extraordinario de El Niño que se celebra el mismo día de Reyes y en el que Terrassa tampoco ha tenido mucha suerte. En el de Navidad, la ciudad ha jugado unos 9, 7 millones (unos 45 euros de promedio por terrassense) aunque los gestores indican que es difícil saber a ciencia cierta cual es la cantidad total invertida porque la lotería como otros productos y artículos también viaja, no hay fronteras.

Los ciudadanos, de aquí o de allá, se mueven por la geografía y adquieren números en otras localidades fuera de su lugar de residencia. También se compra lotería en administraciones de fuera por envío. Y a ello cabe sumar la posibilidad desde hace tiempo ya de comprar boletos a través de internet por lo que puede ser que uno de los grandes premios haya recalado en cualquier lugar remoto.

El sorteo de Navidad, todo un ritual, cuenta con una gran tradición. En esta edición ha cumplido 204 años de historia si bien no fue bautizado con ese nombre hasta finales del siglo XIX. El primer certamen nació durante las Cortes de Cádiz cuando un ministro, Ciriaco González Carvajal, pensó en unos ingresos extraordinarios para el erario público. El sorteo se hizo primero en Cádiz (un 18 de diciembre de 1812 y el número agraciado en el Gordo fue el 03. 604) y Ceuta y después ese trasladó a Madrid hasta hoy. A lo largo de estos años ha habido alguna excepción. Durante la Guerra Civil española, en el año 1938, se celebró en dos ciudades: Barcelona (ciudad elegida por el bando republicano) y Burgos (por el bando sublevado).

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