Hace pocos días el rector de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), Enric Fossas, en la toma de posesión del nuevo director de la Eseiaat, Xavier Roca, elogiaba el campus de Terrassa por la calidad docente e investigadora, así como por el tipo de estudiantes que cursan ingeniería. Un alumnado, dijo, inquieto, dispuesto a aplicar sus conocimientos en proyectos de altos vuelos como son un buen ejemplo el coche de carreras que no cesa de triunfar en los Formula Student.
A partir de ayer, el campus sumará otra iniciativa de este tipo y en otro ámbito, el de las energías renovables. Sergi García y Marc Vallbona, estudiantes de ingeniería, hicieron una presentación pública del proyecto SolarCampus 2016 destinado a promover la sosteniblidad y eficiencia energética. Y el punto de partida para ello será el campus de la UPC de Terrassa con la instalación de placas fotovoltaicas en dos edificios, el TR 11, al lado del Gaia, y el de la biblioteca. Estas placas tendrán una potencia de 50 KW de energía renovable para el consumo energético.
Sergi y Marc explicaron su propuesta con mucho entusiasmo. Los estudiantes, acompañados de unas breves diapositivas, significaron la oportunidad de participar en una obra de este tipo que además supone una práctica sobre el terreno. Los estudiantes ya se han puesto manos a la obra (el material ya está descargado en las azoteas) y quieren realizar el trabajo en los próximos seis meses. Solicitan participación en el diseño, construcción e instalación pero también en tareas de gestión y comunicación.
La génesis
Los futuros ingenieros dieron cuenta de la iniciativa bajo el amparo del profesor e investigador Àlvaro Luna, que forma parte del departamento del grupo de Sistemas eléctricos de energías renovables (Seer) del campus de la UPC, uno de los considerados potentes de la Politècnica en Terrassa. Tal como explicó Luna, la génesis del Solar Campus hay que buscarla en el Seer y en el edificio Gaia donde está alojado. El Gaia presentó hace unos meses su planta de enrgía solar formada por 120 paneles fotovoltaicos situados en la terraza de este edificio. La planta está generando el diez por ciento de su consumo total. Esto supone una ahorro anual de seis mil euros en la factura de la luz, al tiempo que constituye una valiosa herramienta de trabajo para la investigación que se desarrolla en laboratorios.
Para esta instalación, el grupo Seer ya ensayó la fórmula de docencia más práctica y contó con el estudiante Francisco Lillo, que contribuyó con su proyecto final de carrera, y con diez estudiantes de las escuelas Salesians-Terrassa y Monlau de Barcelona, algunos de los cuales han iniciado estudios de ingeniería en el campus de Terrassa.
El profesor Àlvaro Luna ya avanzó ayer que no quiere conformarse sólo con proyectos puntuales. “Queremos que este sea el primer paso para convertir el campus en un futuro ‘Smart Energy Campus”, siguiendo el ejemplo de otros campus universitarios extranjeros como el de Georgia Tech”.