El talento, brillante, del astrofísico terrassense Guillem Anglada-Escudé, investigador de la Universidad Queen Mary de Londres, ha merecido un nuevo reconocimiento. La prestigiosa revista británica Nature lo sitúa como uno de los diez científicos mundiales más destacados del 2016. Anglada-Escudé, nacido en Terrassa en 1979 y residente en Ullastrell durante su infancia y juventud, anunció el pasado mes de agosto el descubrimiento del exoplaneta potencialmente habitable más cercano a la Tierra. Junto a él han sido elegidos también investigadores especializados en virus del zika, ondas gravitacionales, corales australianos, gases hidrofluorocarbonos y edición de genes y divulgación de la ciencia, entre otros ámbitos.
El exoplaneta descubierto por un equipo liderado por el egarense es similar a la Tierra y orbita a su estrella, Próxima Century, cada once días , a una distancia de unos siete millones de kilómetros y goza de una temperatura que permite la existencia de agua líquida en su superficie. Anglada-Escudé manifestó cómo había sido posible el hallazgo. "El nuevo planeta no los vemos directamente. Es muy frágil y los instrumentos actuales de detección no pueden separar el planeta de la estrella hoy por hoy. Lo que hacemos es medir de forma muy precisa la velocidad en la que se mueve la estrella. Si hay un planeta alrededor, la atracción gravitatoria del planeta sobre la estrella hace que esta también se mueva. En este caso, la estrella se mueve a unos cinco kilómetros por segundo. Planetas de mayor tamaño provocarían un movimiento de la estrella mayor".
El descubrimiento del bautizado como Próxima B también ha sido destacado por la revista británica "Pysics World" como uno de los diez avances más importantes en física de todo el año. "Guillem tiene un talento natural para ver detalles en el firmamento que no ven", escribe Mikko Tuomi, astrónomo de la Universidad de Hertfordshire y colaborador de Anglada, en un comunicado de la misma revista Nature, según recoge el diario El Periódico. La estrella próxima Centauri ya había sido estudiada con anterioridad pero sin resultados positivos hasta la fecha.
Para Anglada- Escudé, "es un honor aparecer en la lista de Nature pero es importante señalar que el hallazgo es un esfuerzo de equipo y se ha basado en la dedicación y pasión de muchas personas y en el apoyo continuo a la investigación internacional de varias agencias de financiación europeas e incluidas las británicas. La investigación se hizo con recursos públicos por lo que el éxito es un logro colectivo", recoge el mismo periódico.
En este sentido, se refiere a que la noticia del descubrimiento que se dio en Nature estaba firmada también por el investigador, Pedro J. Amado, del Instituto de Astrofísica de Andalucía. Ambos, con su equipo internacional, trabajaban desde 2013 pero no fue hasta ahora que tuvieron la certeza de que podía haber un nuevo planeta en órbita.
Observación y detección
El sistema de observación y detección se efectuó buscando el pequeño bamboleo que por la fuerza de la gravedad provocaría en la estrella, Próxima Centauri, la existencia del nuevo planeta. Cuando apreciaron la señal, Anglada-Escudé dedicó sesenta noches al telescopio para comprobar que el hallazgo era real. Si puede haber vida o no en el nuevo planeta, es una cosa que aún está por determinar. "No tenemos ni idea. En el supuesto que en los próximos años se pueda caracterizar la atmósfera podríamos empezar a responder esta pregunta. En cualquier caso, la mezcla de gases y características que tenemos en la Tierra es difícilmente reproducible con la misma precisión".
Con todo, el científico considera que "su investigación ha generado mucha emoción en el ambiente y que esto es un incentivo para atraer a los jóvenes investigadores más brillantes y promocionar la excelencia". Asimismo ha puesto nota alta a los investigadores españoles.