Cuando las pizarras y los discursos tácticos tienen mayor incidencia en un partido de fútbol que la exposición del talento individual de los futbolistas que participan en el mismo, el resultado acaba siendo poco provechoso para el espectador. Igual para algún entendido el partido que Terrassa y Cerdanyola disputaron el domingo en el Camp Olímpic resultó un buen ejercicio en dicho sentido, pero para el espectador de a pie se convirtió en un pésimo regalo de Navidad. Nadie se apartó del guión previsto, el fútbol quedó arrinconado y el reparto de puntos fue indiscutiblemente justo en base a lo ofrecido por unos y por otros. El Terrassa, que venía de cuatro victorias seguidas en su estadio, dejó pasar una magnífica oportunidad para acercarse en la clasificación al Ascó, cuarto clasificado que por la mañana había empatado en el campo del Vilafranca. Pero se marchó de vacaciones en las mismas condiciones que empezó la jornada, quinto en la clasificación pero a cinco puntos de la zona de "play off", sin mostrar detalles que hagan pensar que la remontada es posible en una segunda vuelta donde deberá mejorar en todos los sentidos.
mediocridad
Pese a que el conjunto egarense saltó al terreno de juego sabiendo que podía ponerse a tres puntos del Ascó, su fútbol tuvo menos atrevimiento del exigible. El Cerdanyola, un equipo que se organiza de forma magnífica y que acostumbra a suponer un obstáculo incómodo para cualquiera que se enfrenta a él, supo tapar las vías de creación de juego de los locales, incapaces de encontrar en ritmo más conveniente para saltarse todas las barreras que le había puesto el conjunto de Toni Carrillo. El Terrassa anduvo más exigido en la posesión y en la creación que en otras oportunidades y en ese escenario se le apreció incómodo, sin una apuesta coral precisa ni aportaciones individuales que desequilibrasen el partido.
Agustín Vacas recuperó para este encuentro a Marc de Val, lo que significó la salida del once inicial de Raíllo. Su equipo tuvo una puesta en escena prometedora en cuanto a velocidad en el juego, deseo de romper los esquemas de inicio y ambición por encontrar el marco contrario. Pero fue algo momentáneo, efervescente, que duró apenas unos minutos. En cuanto el Cerdanyola se ajustó el cinturón, el Terrassa se atascó en todos los canales de producción. Ni el centro del campo gobernó el partido, ni las bandas asumieron el protagonismo, ni las jugadas de estrategia alteraron el orden establecido. En esos primeros 45 minutos, lo único parecido a una oportunidad de gol fue una falta ejecutada por Raúl Torres que salió por encima del travesaño del marco defendido por Dani del Río. El Cerdanyola tampoco hizo demasiado en ataque y su única aproximación al área egarense fue en un disparo de Oriol Molins desde la frontal del área que salió desviado.
El escenario se alteró poco en la segunda mitad, algo más interesante en determinados momentos por la necesidad de los egarenses de sumar los tres puntos. Pero el Terrassa anduvo escaso de ideas y de iniciativas, estrellándose una y otra vez ante la defensa del Cerdanyola, sin saber qué hacer con el partido. Los egarenses no tuvieron planes alternativos y sólo en una oportunidad generaron una acción colectiva entre Nils, Raúl Torres y Velillas que desbarató la defensa visitante. En el minuto 72 Nils cayó en el área en una acción en la que se pidió penalti. Vacas dio entrada a Raíllo y Guti, pero el atasco de sus jugadores era monumental. Y el Cerdanyola, con el partido abierto, tuvo la mejor ocasión del encuentro en el minuto 79, en un disparo de Oriol Molins que se estrelló en el poste. El Terrassa contestó poco después con un remate de Raúl Torres muy cerca del poste que significó la mejor ocasión local. En todo caso, muy poco para despedir el año con una victoria.
TERRASSA FC. Ortega, Cristian, Amantini, Joel, Castell, Àlex Fernández, Marc de Val, Nils, Grasa y Velillas. Raíllo suplió a Grasa en el minuto 63; y Guti a Velillas en el 80.
CERDANYOLA FC. Del Río, Àlex Torres, Cazorla, Aitor Pérez, Àlex Alba, Juli, Daisuke, Dani Martí, Elhadji, Oriol Molins y Jota. Collado suplió a Elhadji en el minuto 62; Pitu a Oriol Molins en el 82; y Rovira a Daisuke en el 88.
Árbitro. Óscar Carballo Vázquez. Amonestó a Raúl Torres, Marc de Val, Raíllo, Àlex Torres, Aitor Pérez, Cazorla, Jota, Dani Martí y Àlex Alba.
Público. 568 espectadores en el Camp Olímpic.