Poco dado a la palabra e incómodo en escenarios tan solemnes, Pepe Mármol resumió con sus lágrimas y sus palabras entrecortadas el significado del acto en el que ayer se le entregó la Medalla de la Ciutat a l’Esperit Esportiu en el salón de plenos del Ayuntamiento de Terrassa. Rodeado de su familia, de sus amigos y de distintas generaciones de entrenadores, jugadores o directivos del Terrassa FC, fue premiado por sus más de 43 años de dedicación al club como utillero del mismo y responsable del cuidado del Camp Olímpic. Sólo pudo agradecer las palabras que le dedicó el técnico Miquel Olmo en su glosa, como ex jugador, ex entrenador y amigo íntimo, y a la ciudad y al Ayuntamiento por la distinción otorgada. Y no se olvidó del Terrassa FC, su Terrassa donde trabaja, sufre y disfruta. "Debo agradecer a todos los presidentes que han pasado por el club porque sin ellos no estaría hoy aquí." Y entre todas las gracias, las mayores a su familia. Antes de que abandonase el micrófono en medio de una atronadora ovación de quienes le acompañaron ayer, envueltos en la emoción y las lágrimas de agradecimiento para quien forma parte, como nadie, de la historia del Terrassa FC. Después, a la salida del edificio consistorial, Pepe Mármol se encontró con un pasillo multitudinario formado por jugadores, aficionados, componentes del fútbol base, técnicos y directivos en el que visualizó el cariño y la admiración que se ha ganado después de 43 años en la entidad.
Homenaje ciudadano
El acto se convirtió en un homenaje del terrassismo hacia una figura emblemática como ninguna otra. "Pepe se ha ganado este homenaje a base de trabajo, modestia y generosidad", señaló el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart. "Esta medalla ha generado una gran unanimidad." E hizo partícipe de ella a todas aquellas personas que trabajan desde el anonimato en favor del deporte de la ciudad. "Hay muchas personas como Pepe que son poco visibles y que nunca fallan, personas que son esenciales para la ciudad." En esa dirección, el concejal de Deportes, Dani Nart, recordó que ese trabajo es "esencial" en los éxitos de los deportistas locales.
Miquel Olmo, ex entrenador y ex jugador del Terrassa y amigo íntimo de Pepe Mármol, fue el encargado de pronunciar la glosa dedicada al utillero del club egarense. "Para mí es mucho más que un amigo", dijo acerca de Pepe. "Su sencillez y humildad le hacen aún más grande." Olmo recordó algunos pasajes de sus etapas en el club con Pepe Mármol. Como la coincidencia del nacimiento de su hijo menor con un ascenso, que se retrasó para que pudiese llegar del partido. "Es una persona que no da ejemplo con la palabra, sino con los hechos, con su forma de actuar." Y se mostró "orgulloso" por el gesto de la ciudad "para reconocer los valores de uno de sus hijos más emblemáticos". Olmo añadió que el Terrassa FC "es su vida" y destacó que "su fidelidad está al alcance de muy pocas personas".