El número de expedientes de regulación de empleo (ERE) registrados entre enero y agosto en Terrassa (últimos datos disponibles facilitados por la Generalitat) siguió la senda de reducción que empezó ya hace tres años, aunque por primera vez desde 2013 aumentan, de forma muy ligera, el total de trabajadores afectados. Así, según fuentes del departamento de Treball, en los ocho primeros meses de 2016 se incoaron en Terrassa cinco ERE, uno menos que en idéntico plazo del año anterior, lo que supone una caída relativa del 17%. En cambio, los trabajadores que se vieron involucrados en un expediente fueron un total de 44, es decir, 27 más que en el ejercicio anterior. Al ser cifras tan bajas, el alza relativa se dispara hasta el 158%. De hecho, entre enero y agosto de 2015, se tocó suelo en cuanto a empleados afectados por ERE, tan sólo diecisiete.
A pesar del ascenso, los operarios afectados están aún en la franja de “mínimos” en Terrassa, desde el inicio de la crisis. Para ello, hay que recordar que en 2012, uno de los años más duros de la crisis y en el que entró en vigor la última reforma laboral, el ejercicio culminó con 155 expedientes y 1.271 trabajadores afectados en Terrassa. El año siguiente, 2013, se cerró con un total de ochenta ERE, con lo que cayeron un 48,3%, y los trabajadores afectados, 584, fueron menos de la mitad que en 2012. El 2014, la tendencia continuó en el mismo sentido.
En cualquier caso, la situación se repite en la comarca. Así, en el Vallès Occidental, hasta agosto de 2016, se tramitaron 39 ERE frente a los 67 del mismo periodo del año anterior, es decir, veintiocho menos. Sin embargo, los trabajadores afectados también aumentaron. Fueron 1.331 este año, frente a los 854 de 2015 (el alza relativa se dispara hasta un 32%). En este caso, influye mucho el ERE de rescisión de contratos aplicados en Delphi, en Sant Cugat del Vallès, que afectó a 540 trabajadores.
En el conjunto del Estado
Pero este fenómeno no es sólo vallesano, sino que se extiende al conjunto de la geografía española. Así, el actual ejercicio va camino de cerrarse con un fuerte incremento del número de trabajadores afectados por procesos de despido colectivo. Sólo hasta el mes de julio se produjeron 16.995 salidas mediante recortes de plantilla grupales, lo que supone un aumento del 13,5% (o 2.027 personas más) con respecto al mismo período del año anterior, según Empleo. Confemetal sostiene que “la posible reversión de la reforma laboral y la aprobación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores que proponen algunos partidos” estaba “provocando, sobre todo en las grandes empresas, un alza de ERE por temor a un endurecimiento de la normativa”.
Búsqueda de competitividad
Desde UGT se apuntan otras causas para explicar este repunte de los despidos colectivos. “Sobre todo tiene que ver con la búsqueda de competitividad por parte de las empresas. En España cuando los empresarios buscan ser más competitivos y reducir costes, en lo primero que piensan es en reducir mano de obra”. UGT añade que “por ejemplo, en la hostelería, se despide a los trabajadores de plantilla y se recurre a empresas multiservicios donde las diferencias salariales respecto al convenio del sector son del 70%. CCOO asegura que el movimiento general de repunte de los despidos colectivos unido al ciclo político se “está dejando notar sobre todo en la pyme “. Y alerta del goteo de despidos individuales que está teniendo lugar, “un desagüe por el que se va mucho empleo”.