El lateral izquierdo del Terrassa FC David López se lesionó hace once días en Vilassar de Mar. Se diagnosticó que debería estar de baja entre cuatro y cinco semanas. Esta estimación remitía a finales de año, pero la evolución favorable del futbolista llevaba a pensar que podría llegar a tiempo para el último partido de la primera vuelta y del año, el domingo día 18 de diciembre en casa ante el Cerdanyola. No será así. El jugador entrena al margen de sus compañeros. Asegura que el dolor ha remitido, pero tiene consulta con el doctor el 4 de enero y hasta entonces se ejercita por las mañanas en el gimnasio y por las tardes al margen del grupo junto al fisioterapeuta del equipo.
El futbolista egarense, que cumplirá 30 años el 10 de enero, confía en poder estar listo para el arranque de la segunda vuelta, el domingo 8 de enero en el Camp Olímpic ante la Montañesa. "La recuperación avanza correctamente y quizás hubiera podido llegar al último partido del año, pero hemos decidido no arriesgar. Es mejor que me cure por completo y pueda volver ante la Montañesa ya en plenitud de condiciones", apunta el futbolista, que sufre una rotura fibrilar de 3 centímetros por 1,5 en el bíceps femoral de su pierna derecha, en el músculo semitendinoso.
López se había convertido en un jugador indiscutible para Toni Rodríguez primero y para Agustín Vacas después. Se perdió los dos primeros partidos de Liga, pero a partir de entonces fue ya un habitual en las alineaciones del Terrassa, casi siempre en la izquierda de la zaga, pero también en alguna ocasión como central, como en Olot y ante el Vilafranca. El futbolista habrá disputado 14 de los 19 encuentros de esta primera vuelta y está deseando regresar al equipo el 8 de enero. "Volveré después del parón navideño. El doctor me dijo que entrenara hasta que sintiera dolor y es lo que estoy haciendo. Ya tengo ganas de volver al grupo y competir, pero tampoco quiero precipitarme", apunta David López, que se muestra optimista en relación a la marcha actual del equipo. "El domingo ante el Figueres sufrí muchísimo desde la grada. Pero lo importante es que estamos muy fuertes en casa. Ahora falta ganar fuera", dice.
En relación a la llegada de Agustín Vacas, entiende que el cambio ha sido muy positivo. "Antes practicábamos un juego más combinativo, pero no sabíamos muy bien a qué jugábamos. El equipo no tenía ninguna idea fijada. Ahora sabemos más lo que hay que hacer. Somos más agresivos y chutamos más".