Empotró un coche contra un ventanal para entrar en la hamburguesería, en el sector Montserrat. Salió del turismo esgrimiendo un revólver, amenazó a los empleados, agarró la caja registradora y se largó. El aparatoso atraco fue cometido ayer de madrugada en un Burger King.
Poco antes de la una de la madrugada, un turismo entró en el recinto exterior del local, junto a la avenida del Vallès. Trabajadores de la hamburguesería apuraban su jornada y ya no quedaban clientes en el establecimiento.
El coche dio la vuelta al edificio y se dirigió a su costado más vulnerable, acaso el único por el que podía irrumpir del modo en que irrumpió. La maniobra entrañaba cierta dificultad, pues el delincuente tuvo que encarar el vehículo sorteando bordillos, con un espacio de trayectoria corto, de unos veinte metros y, sobre todo, debió colocar el coche, y manejarlo con firmeza, de forma que en el acelerón circulase con extrema rectitud; la anchura del pasaje que da al ventanal no es mucho mayor que la amplitud del automóvil, un utilitario.
Los trabajadores oyeron eso, el acelerón, la brusquedad del ruido de las ruedas chirriando en la tarima de madera del acceso. Y nada, un segundo después, fue el estrépito de vidrios destrozados.
El automóvil entró en el local tras atravesar el ventanal, orientado a la rotonda de entrada al complejo comercial del Eroski desde la avenida del Vallès.
No entró sólo un poco. Todo el coche entró en el local. La luna hecha trizas fue repuesta ayer mismo, pero otros restos del allanamiento eran perceptibles horas después del asalto. El hueco dejado por los postes de control de acceso al mostrador, por ejemplo, o los rasguños en una suerte de bancos tapizados para el asiento de los comensales.
El delincuente, encapuchado, con guantes, salió del turismo con un arma de fuego en la mano.
Se lleva la caja registradora
Blandía un revólver. Corrió hacia el mostrador, se adentró en la zona restringida al personal, cogió la caja registradora con la recaudación, la metió en el coche, subió de nuevo, se puso al volante y huyó, chirriando rueda de nuevo. Los vestigios de los neumáticos y, se presume, del arrastre del parachoques dañado se podían apreciar ayer por la tarde en la tarima de madera del exterior de la hamburguesería. Llegaron unidades de los Mossos d’Esquadra y de la Policía Municipal.
El automóvil huyó por la avenida del Vallès. Al parecer, había sido robado unas horas antes, el domingo por la tarde, en Cerdanyola del Vallès. Los Mossos d’Esquadra, encargados de investigar el atraco, analizan las imágenes del vídeo de seguridad del local.
