El pleno cerró ayer la liquidación del contrato del servicio del agua otorgado en 1941 a Mina Pública d’Aigües de Terrassa y aprobó definitivamente el listado de bienes que deben revertir al Ayuntamiento a la finalización de la concesión, que culmina el 9 de diciembre. Los expedientes fueron aprobados por amplia mayoría. Votaron a favor los dos grupos de gobierno, PSC y CiU, además de TeC, ERC-MES y la CUP. En cambio, C’s y PP se abstuvieron argumentando que eran dictámenes jurídico-técnicos, pero no políticos.
Una amplia mayoría del pleno se posicionó ayer en contra del recurso de reposición interpuesto por Mina contra los términos de la liquidación del contrato de gestión del agua, que data de 1941, y contra las condiciones de la prórroga forzosa impuesta por la Administración local hasta junio de 2017, que implican un mayor control del servicio. Los mismos cinco grupos políticos rechazaron también las alegaciones presentadas por la concesionaria al expediente de bienes que deben revertir al Consistorio con la finalización de la concesión, de manera que se aprobó de manera definitiva el listado elaborado por los técnicos municipales.
La sesión fue breve, pero intensa, con cruce de acusaciones incluido. Tanto C’s como el PP aplaudieron el arduo trabajo realizado por los servicios técnicos del Ayuntamiento, pero se abstuvieron en la votación. Álex Rodríguez, portavoz del PP, señaló que no podía tener una posición política de "expedientes de carácter técnico-jurídico que acabarán en los tribunales (así lo ha anunciado Mina) y que, por tanto, acabará resolviendo un juez". También se abstuvo C’s, que afirmó estar en contra de las alegaciones presentadas por la concesionaria, pero sostuvo que los dictámenes a debate eran "jurídicos y no políticos".
Intereses contrapuestos
ERC-MES especialmente, pero también TeC y la CUP lamentaron la abstención de estos grupos. El republicano Carles Caballero remarcó que el acto de ayer tenía un profundo sentido político ya que estaban "devolviendo a los terrassenses aquello que les pertenece" y denunció que la posición de PP y C’s era "lesiva" para los egarenses. Xavier Matilla criticó que con la abstención estaban "defendiendo intereses externos, pero no el interés general de los ciudadanos". Maria Sirvent, de la CUP, coincidió en señalar que ambos partidos estaban así "decantándose por intereses privados".
El portavoz de CiU, que rechazó igualmente la postura de Mina, remarcó que no podía hacer otra cosa ya que "lo contrario, supondría cuestionar el trabajo de los servicios técnicos del Ayuntamiento".