El actual estilo de vida, los agentes externos o ambientales y los factores hereditarios están provocando que cada vez haya más niños con alergias, afecciones o lesiones cutáneas, según asegura Aurora Barranger, experta en dermocosmética de los Laboratorios Dermatológicos Uriage. Esta experta indica que hay factores alérgenos que pueden ser desencadenantes de los síntomas como el polen, los ácaros de polvo, el contacto con la lana, el sudor o unas condiciones climatológicas como frío extremo o calor.
Especializado en el cuidado de pieles sensibles y secas, este laboratorio ha puesto en marcha una aplicación gratuita, Atopedia, que ofrece información y herramientas para el seguimiento de esta enfermedad en la que también se tienen en cuenta los cambios en la alimentación.
Niños, los principales afectados
Aunque quienes padecen dermatitis atópica (este domingo se celebró el día mundial de la enfermedad) este problema en la piel están en una franja de edad amplia con mayor intensidad la padecen el 20% de los niños menores de 7 años, frente al 10% de los adultos.
Charo Martín, matrona oficial de Weleda España, apunta que la dermatitis atópica es una enfermedad que va en aumento. "En los últimos 30 años, el número de casos ha aumentado entre un 200 y 300 %. Actualmente entre el 10 y el 20 % de los bebés padece dermatitis atópica a partir del tercer y sexto mes de vida", comenta.
Los niños con esta afección dérmica tienen alterado el sistema inmunológico de la piel y el manto lipídico que la recubre y la protege de la deshidratación y las agresiones externas.
Por eso hay que evitar "todo aquello que erosione la barrera protectora y el equilibrio propio de la piel como lanas, jabones, detergentes, sustancias químicas (conservantes, aditivos, excipientes) de los productos tópicos o cosméticos", advierte Martín.
Añade que es preferible el baño a la ducha, ya que suaviza, relaja y aporta flexibilidad a la piel, siempre con agua templada y nunca más de diez 10 minutos. También es conveniente enjabonar con la mano, sin esponja.
La calendula ayuda
Los productos de higiene de caléndula "evitan el desecamiento de la piel, al no contener sulfatos ni tensioactivos químicos gracias al uso de la Malva Blanca Bio, que contribuye a la formación de la capa hidrolípidica de la piel y a crear un manto protector con el fin de mantener la humedad de la piel", indica Martín.
El asesor médico de Eucerín, Juan Arenas, hace hincapié en que se trata de una enfermedad que hay que tratar todo el año, no solo cuando aparecen los brotes o irritaciones propias, ya que "el mejor tratamiento es la prevención".
Mantener la piel hidratada ayuda a que los agentes externos no puedan entrar con tanta facilidad en el organismo, ya que la barrera protectora dérmica se encuentra sana y puede realizar su función, apunta Arenas.
Productos muy naturales
Sonia Arroyo, directora de formación Apivita España, firma griega especializada en productos naturales, indica que "una piel con atopía no es capaz de sintetizar por sí misma la película natural que la protege de las agresiones externas".
En estos casos, el tratamiento más eficaz consiste en la aplicación de productos que, además de proporcionar una película protectora externa, contengan ingredientes calmantes y suavizantes, específico para pieles sensibles.
La responsable de la asesoría técnica de Germaine de Capuccini, la doctora Patricia Ricarte, incide en que "aunque la dermatitis atópica no tiene tratamiento curativo, se pueden mejorar los síntomas evitando tejidos sintéticos y utilizando geles suaves".
Además, esta experta en dermocosmética recomienda el uso cremas emolientes, como Deep Nutrition, "porque hidratan profundamente la piel y contienen antiinflamatorios y antihistamínicos para limitar enrojecimientos".