Inesperadamente, el cambio de ubicación de las actividades del Tam! se ha convertido en todo un acierto. La tercera edición de este evento que propicia el hermanamiento entre la comunidad musical de nuestra ciudad tuvo que cancelarse hace unas semanas por la lluvia que amenazaba el buen curso del programa previsto en los aledaños de la Masia Freixa. Cierto es que este incomparable entorno había dado buenos resultados el año anterior, pero no es menos cierto que las cifras de asistencia en esta ocasión han mejorado, pese a que el cambio de día y sedes fuera obligado.
Tanto las charlas, como la mesa redonda o los conciertos han despertado gran interés y han puesto en evidencia lo que es, si cabe, aún más importante: los grupos escogidos para la maratón musical han conseguido demostrar que la escena musical en nuestra ciudad se encuentra en un excelente estado de salud. Por supuesto hay "peros", como así se demostró a lo largo de la jornada (como la falta de espacios en los que ofrecer conciertos en directo), pero es indudable que la actividad da sus frutos y genera una interesante escena.
El Tam! se abrió con bastante puntualidad a las 10.30 de la mañana del sábado en El Vapor de la Casa de la Música, momento en el que unas treinta personas se acercaorn a este espacio para conocer los comentarios y experiencias del músico Valentino Montoya.
Charla teórico-práctica
Este autodidacta en los terrenos de la ciencias y la tecnología en el ámbito de la música, avalado por su militancia en grupos de la relevancia de Manos de Topo y Salvaje Montoya, mostró sus conocimientos en amplificadores para guitarra, tipos de efectos y tecnología midi. Tal como relatan los organizadores del evento, buena parte de su intervención fue teórica, aumque también hubo espacio para las demostraciones prácticas. Asimismo, incorporó a sus explicaciones un theremin, al que añadió efectos y "reverbs", dejando también experimentar a algún que otro músico.
A Montoya le siguió Luis Benavides, momento en el que la asistencia comenzó a aumentar considerablemente, con la presencia de más de medio centenar de personas. Su intervención se orientó hacia la imagen de grupo, las redes sociales, y a los pequeños trucos y aplicaciones que existen para controlar la eficacia de las redes. También se refirió a las plataformas que existen para colgar música y cómo hacerla visible, efectiva.
Casi sin descanso, continuó el Tam! con la llegada de Sergio Picón, responsable del sello Aloud Music, quien desveló sus excelentes dotes como comunicador y quien centró su charla en tres grandes temas: contrato discográfico, contrato editorial y management. Durante su intervención regaló valiosos consejos a los allí presentes (como no firmar contratos discográficos por más de dos años o por más de un disco) y reveló las ventajas y desventajas de pertenecer a la Sgae, entre otras aportaciones.
A Picón le relevó el músico egarense Karlitos Bastida, quien regaló a la audiencia algunos de sus conocimientos como técnico de sonido y expresó sus recomendaciones sobre cómo presentar un buen rider técnico.
Con Bastida llegó la hora del mediodía y el traslado de las actividades al vecino Ateneu candela, donde se desarrolló en primer lugar un vermut musical con Black & Blue, un combo de la sección de música moderna del Conservatori de Terrassa. Tras esta propuesta, que se completó con un aperitivo gratuito al igual que todas las actividades de la jornada, llegó el turno de la mesa redonda que tuvo como principales invitados a David Carabén, de Mishima; Artur Estrada, de Heliogàbal; y una Fila cero integrada por diez músicos de Terrassa. El moderador fue David Traver.
Pocas soluciones
Entre las reflexiones que surgieron de este encuentro se evidenciaron carencias prácticamente endémicas, que hace años que se llevan arrastrando: falta de lugares en los que tocar, cachés inexistentes o muy bajos y falta de público. Hubo poco tiempo para explorar soluciones, pero entre las que se dieron, destacó la necesidad de potenciar la educación musical.
Tras la mesa redonda las actividades pasaron de nuevo al Vapor, donde se desarrolló una maratón musical en la que finalmente actuaron once bandas de las doce anunciadas (el cambio de fechas motivó la ausencia de Desipaos.)
Los contundentes Aciddrew dieron el pistoletazo de salida a las actuaciones, dando paso a dos cantautores: Toni Marbà y Mabel Flores. Esta última conquistó de entrada a la audiencia con sus notables dotes declamatorias, compartiendo con el público un poema de su autoría en clave feminista y dando paso a canciones que muestran la madurez esplendorosa de la artista, pese a su juventud. Siguieron grupos como Zítriko, La Gata Zen o Relentless Shit, quienes con más o menos contundencia y con referentes variados dentro del rock’n’roll o del metal hicieron gala de su gran personalidad, gracias a sus bien elaborados temas propios.
En la misma línea, la recta final la protagonizaron Soap Dolls, Clearness and Depth (uno de los grupos más contundentes de la velada), Hiberia y Matis. Tarea ardua contabilizar el número de asistentes ya que entre el público, muy numeroso, hubo una gran rotación durante toda la maratón musical.
