Ningún escenario se presumía más adecuado para romper la racha de once meses sin ganar lejos del Camp Olímpic que el campo del Vilassar, un equipo situado en la penúltima plaza de la clasificación y cuyo potencial futbolístico está muy por debajo del Terrassa. Pero del mismo modo que sucedió en su día contra el filial del Sabadell, los egarenses desperdiciaron su momento y acabaron desquiciados por los continuos errores que cometieron en la finalización. De la posibilidad de sentenciar en la primera parte se pasó al desequilibrio futbolístico del segundo período, donde a los jugadores egarenses se les aparecieron todos los fantasmas del pasado para acabar obteniendo un empate con sabor a derrota.
La capacidad de transformación de este equipo según si juega en su estadio o no es altamente sorprendente. Impecable en casa al menos en el análisis resultadista, afea su estadística en los desplazamientos de un modo irritante. Ni contra los mejores ni contra los peores es capaz de variar una dinámica que ya ha penalizado de forma importante sus opciones de futuro y que puede arruinar la temporada a no ser que cambie la trayectoria de forma inmediata. El Terrassa tuvo un comportamiento efervescente en Vilassar de Mar, con un arranque magnífico que debió asegurarle una renta definitiva y un segundo período irritante, sin fútbol, sin convicción y sin soluciones a los problemas que se le iban acumulando.
La misma alineación
Agustín Vacas repitió el mismo once inicial de la jornada anterior. Consciente de la necesidad de no cometer ningún error para acercarse aún más a la cuarta posición, el Terrassa tuvo una puesta en escena más que prometedora. Arrancó a toda velocidad y en un cuarto de hora generó tres situaciones de gol muy interesantes. La primera a cargo de Joan Grasa, que fue habilitado por Àlex Fernández con un magnífico pase aunque el remate del delantero salió ligeramente desviado; la segunda fue un buen remate de Nils que Pacheco despejó a córner en una excelente intervención; y la tercera corrió a cargo de Velillas, con un intencionado disparo a la escuadra que el portero local rechazó.
Parecía que el gol del Terrassa era una cuestión de tiempo. Y en el minuto 21 Velillas tuvo la mejor oportunidad al rematar un centro de Grasa por encima del travesaño sin ninguna oposición. El Vilassar se pasó más de media hora arrinconado en su área, con escasa capacidad para armar un contragolpe. Hasta que en un balón largo Soufiane superó por velocidad a la defensa egarense pero falló en el cara a cara con Ortega, que despejó el remate con la punta de la bota. El Terrassa fue perdiendo frescura conforme avanzó el primer tiempo. Y Nils fue el único que probó fortuna en un disparo desviado. Pero por entonces la posible penalización a tantas ocasiones erradas ya empezaba a rondar en la cabeza de los futbolistas egarenses.
El marcador no fue lo único negativo para el Terrassa en esta primera parte, dado que se quedó sin el concurso de Davi López por lesión. Guillem Castell hizo su debut en las filas egarenses.
Los jugadores del Terrassa afrontaron la segunda mitad con los miedos que ya anidaban en sus cabezas, nacidos de anteriores decepciones lejos de su estadio. Sin la misma capacidad futbolística de la primera media hora, con el miedo a otro fracaso incrustado en el cuerpo y temiendo un gol del Vilassar que agigantase la decepción, el conjunto egarense perdió la iniciativa. Los errores se fueron acumulando, el escaso tránsito del balón por el centro del campo se acentuó y el partido entró en una fase de muy dudoso gusto de la que el Terrassa no supo cómo salir. El Vilassar, además, mejoró en algunas facetas del juego, alejando el peligro de su área y mostrando una mayor solidez defensiva.La entrada del ex terrassista Roger Matamala en el descanso, además, le concedió mayor capacidad en ataque.
Sin soluciones
El atasco ofensivo del Terrassa acentuó la incomodidad de Nils Puchades en la banda derecha del ataque, fórmula que Vacas ya utilizó el domingo anterior situando a los dos jugadores de banda a pierna cambiada. La entrada de Raíllo y la posterior de Dani Pujol no cambiaron en exceso el escenario del encuentro. Aunque a pesar de la mediocridad del fútbol imperante, el Terrassa tuvo dos ocasiones para haber sentenciado el encuentro en el tramo final del mismo. La primera se produjo en el minuto 81, en un centro de Cristian desde la banda derecha que Raúl Torres envió fuera en una posición inmejorable. Cuatro minutos después, de nuevo apareció Raúl Torres en un lanzamiento de falta desde la frontal del área que salió por encima del travesaño del marco local.
UE VILASSAR 0
TERRASSA FC 0
UE VILASSAR. Pacheco, Oumar, Adri Blanchart, Peque, Iván, Tejero, Sergio Ginés, Pau, Eric, Camacho y Soufiane. Matamala sustituyó a Eric en el minuto 46; Ousmar a Sergio Ginés en el 71; Dani a Pau en el 78.
TERRASSA FC. Ortega, Cristian, Amantini, Joel, David López, Marc de Val, Àlex Fernández, Raúl Torres, Nils, Grasa y Velillas. Castell sustituyó a David López en el minuto 33; Raíllo a Grasa en el 72; Dani Pujol a Velillas en el 80.
Árbitro. Carlos Ferrero Mansilla. Amonestó a Pau, Peque, Iván, Cristian. Raúl Torres, Marc de Val.