Opinió

Deberes

Una de las anormalidades que mejor definen a esta sociedad nuestra es pensar que el ciudadano sólo tiene derechos, y que los deberes son una lacra de la que hay que liberarse. Por eso, sin duda, el Mester de Progresía, como dice el entrañable Carlos Herrera, con esta cruzada emprendida contra los deberes escolares (huelga incluida de los niños y todo) ya se ve que están y siguen en las barricadas sindicales y para convencer, para ellos, no hay mejor diálogo que la amenaza. Meter en el mismo saco a los estudiantes de 14 a 18 años, y a los niños de 7, ya es una irracionalidad más propia de cafres, que de personas civilizadas. Y es la segunda vez, la primera lo fue con la ley de educación LOGSE de 1990, donde la progresía impuso esta norma de aprobar sin estudiar, de pasar de curso hasta con tres asignaturas pendientes…, por eso ahora dan como catastrófico que se haga un solo examen al final de la ESO (con 16 años) según prescribe la LONCE, la nueva ley del PP (la primera que hizo este partido, la anuló ZP antes de que entrara en vigor en 2004-2005). Es evidente que, desde 1990, todas las leyes educativas las ha impuesto el PSOE y son meros retoques de la LOGSE de 1990.

¡Claro! Cómo le ha ido tan bien a nuestra educación, retrocediendo hasta el penúltimo lugar en la enseñanza, entre los países de la OCDE, pues por eso insisten en la misma dirección. ¿Es que no ven los "peperos" despiadados que al niño hay que mimarlo y que para eso estamos en la sociedad del ocio? ¿O es que no viven bien los millones de parados gozando de protección estatal con sus cuatrocientos y pico euros de ayuda social? Esta cruel ironía no disminuye el drama social que vivimos los españoles, gracias a tener en vigor las leyes progresistas, ni disminuye la responsabilidad de los que, diciendo proteger a los débiles, empobrecen más a los pobres, incluso proletarizan a las clases medias… Recuerdo (y lo dijo el papa Francisco) que los primeros que produjeron este efecto paradójico de empobrecer a los que decían salvar fue la URSS…, pero hoy todo el mundo occidental con políticas socialdemócratas; desde EE.UU. hasta el Reino Unido; desde Grecia hasta Francia y España, y no digamos desde Argentina hasta Venezuela y Cuba… Todos se han ido cargando de burocracia, subiendo los impuestos, para llevarse las plusvalías del trabajo a base de hacer crecer las grandes fortunas, dejando para mejor ocasión la redención de los pobres, que al fin y al cabo son para ellos la gallina de los huevos de oro (sin pobres y necesitados, ¿a quién iban a redimir?). Ésta es la política económica keynesiana (doctrina que defiende la intervención directa del Estado en la economía). Y por eso ha perdido la señora Hilaria Clinton. ¿Por qué ha ganado Trump?.. Pues porque los empobrecidos están hartos desde hace 20 años y éste va a hacer como Reagan, bajar los impuestos un 30% (y eso que en EE.UU. los impuestos van del 15 al 30% de la renta, mientras en Europa estamos sobre el 50%). Y porque las cosas tienen que cambiar radicalmente, para empezar de nuevo con otros ideales.

El trabajo es la mejor manera para que el hombre se justifique, se realice y esté contento consigo mismo, día tras día, satisfecho de seguir dando pasos adelante, de mejorar, de sentirse orgulloso de sí mismo. Y los niños igual. Durante cuarenta años de profesor no he visto a ningún niño que, después de conseguir aprobar y sacar buenas notas, haya retrocedido y renunciado a ellas, jamás… Porque el amor propio, la autoestima, vale la pena fomentarlo. ¿No es cierto que hoy vemos a miles de personas haciendo maratones y cultivando su forma física? ¿Por qué lo hacen si nadie se lo manda? Pues simplemente porque cada día son más felices, sintiéndose más fuertes y más sanos. No, el trabajo no es una maldición bíblica, sino un bien, que como dice la letra de nuestro himno, que redactó José M.ª Pemán en 1928: "Junto con ellos cantemos de pie, la vida nueva y fuerte del trabajo y paz".

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