La empresa Place to Plug, de Tarragona; la santcugatense Unblur; y CreatSens, adscrita a la Universitat Rovira i Virgili (URV), son las tres compañías galardonadas en la primera edición del concurso B-UP organizado por el Cercle Cecot de Joves Empresaris y Odder, comunidad de jóvenes talentos, y cuyo acto de entrega se celebró en el Hotel Sant Cugat. Place to Plug, que obtuvo el primer premio, es una plataforma para conectar conductores de vehículo eléctrico (VE) y anfitriones (individuos, negocios o instituciones, etcétera) que ofrezcan un enchufe para recargar estos automóviles.
El segundo lugar fue para la empresa informática Unblur. Esta compañía ha creado IRIS, una plataforma modular SaaS específicamente diseñada para los responsables de gestión de incidencias que permite integrar múltiples fuentes de datos en un único hub central, procesar y mostrar información relevante o coordinar equipos y otras agencias para tomar acciones concretas. El premio del público recayó en CreatSens. Se trata de una "spin-off" de la Universitat Rovira i Virgili que ha desarrollado el primer sensor capaz de determinar de forma directa los niveles de creatinina en fluidos biológicos -orina o plasma- de una manera exacta, rápida, simple y económica. A partir de ahora y durante el próximo año, estos proyectos contarán con el mentoring del Cercle Cecot de Joves Empresaris y se beneficiarán de programas de seguimiento y consolidación de negocio.
Perfeccionar el proyecto
Asimismo, contarán con la ayuda de los miembros del Jurado empresarial – CCJE y UABEmprèn – del certamen para perfeccionar el proyecto antes de realizar una entrevista para obtener recursos económicos con miembros financieros del jurado: la red de inversores Banc; BancSabadell; y Up! Catalonia. Hasta 12 proyectos se presentaron en el hotel Sant Cugat ante un centenar de personas vinculadas con el mundo financiero, desde business angels pasando por gestores de capital riesgo o responsables de programas de incubación y aceleración de grandes empresas, en busca de financiación y asesoramiento para impulsar sus respectivos proyectos. Este acto, de hecho, es el primero diseñado y pensado para proyectos de jóvenes nacidos entre 1985 y el 2000, de la llamada "generación perdida" y que pretende romper el estigma relacionado con esta generación y dar voz a proyectos innovadores, en un contexto socio-económico aún difícil en términos de oportunidades laborales y profesionales, especialmente para estos jóvenes. Un panel de expertos conformado por once personas decidieron, al final de la jornada, dos proyectos vencedores y el público en escogió un tercero. Los equipos de los proyectos contaron con un total de cuatro minutos para hacer sus exposiciones ante un jurado y el público El jurado tuvo en cuenta dos variables a la hora de emitir sus votaciones: la valoración de la presentación y puesta en escena de los equipos y la madurez del proyecto y el nivel de desarrollo.