El nuevo delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, ha tendido hoy la mano al ejecutivo catalán para abrir una “nueva etapa” de “diálogo” y “acercamiento”, aunque exigiendo a la vez el “máximo respeto” a la legalidad vigente.
En el acto de su toma de posesión en Barcelona como nuevo delegado del Gobierno en Catalunya, Millo ha prometido desempeñar el cargo “contando con todos”, con “diálogo” y no con “imposiciones”, para convertir la delegación del Gobierno en la “casa de todos los catalanes”.
Millo ha tomado el relevo de Llanos de Luna, en un acto en la sede de la Delegación del Gobierno en Catalunya, presidido por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Al acto de toma de posesión también han asistido, entre otros, la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, el exministro de Interior Jorge Fernández Díaz, el conseller de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia del Govern, Raül Romeva, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, miembros de la Mesa del Congreso, secretarios de Estado y autoridades militares y de los cuerpos de seguridad del Estado.
Asimismo, han acudido representantes de los partidos políticos, entre ellos, la plana mayor del PPC con sus líderes, Alicia Sánchez-Camacho y Xavier García Albiol, el portavoz adjunto de los populares en el Parlament, Santi Rodríguez, o el presidente del grupo municipal en el ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández.
También han asistido miembros de otros partidos como el diputado de Junts pel Sí y vicepresidente de la Mesa del Parlament, Lluís Corominas, el diputado de Ciudadanos Jean Castel, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y el portavoz de Catalunya Sí Que Es Pot, Joan Coscubiela.
Durante su discurso tras prometer el cargo, que ha pronunciado parte en castellano y parte en catalán, Millo se ha comprometido a “trabajar intensamente” para acercar la delegación del Gobierno en Cataluña a la sociedad como punto de “encuentro” y de “diálogo” en aras de la cohesión: “Quiero que se convierta en la casa de todos los catalanes, porque compartimos la necesidad de respetar el marco constitucional que nos dimos”, ha afirmado.
El nuevo delegado del Gobierno ha apelado al “diálogo” y al “consenso” desde la lealtad institucional, nunca desde la “exclusión” o la “imposición” y, en este marco, ha dicho que tiende “la mano” al Govern para “construir una nueva etapa” de “búsqueda permanente del entendimiento” entre las dos administraciones en un momento de intenso debate soberanista en Catalunya.
“Por esto me comprometo a mantener en todo momento la mano tendida a todos, también al Govern y a los ayuntamientos, siempre con la voluntad sincera de diálogo, acercamiento y acuerdo” y “me esforzaré en conseguir un diálogo constructivo y leal”, ha resaltado Millo, en un momento en el que la Delegación juega un papel clave con múltiples recursos vinculados a la defensa de la ley de banderas o las cuotas municipales a la Asociación de Municipios por la Independencia.
En alusión al proceso independentista, aunque sin citarlo explícitamente, Millo ha asegurado que trabajará para “reducir las distancias que nos alejan” desde la “serenidad” y sin “estridencias”, y con el “máximo respeto a la legalidad vigente y al Estado de derecho”.
“Catalunya es plural, diversa, y estoy convencido de que todos queremos que siga así”, ha señalado el delegado del Gobierno, por lo que ha hecho un llamamiento a “recuperar la tranquilidad y distensionar el clima político”, ha reivindicado Millo, que quiere trabajar para que Catalunya vuelva a ser “uno de los motores de España”.