La Escola Municipal de Música-Conservatori Professional de grado medio de Terrassa celebrará el lunes el Concierto de Santa Cecília en el que, además de entregar los Premios de Honor a los alumnos más brillantes, rendirá tributo a un miembro de su comunidad educativa. En esta ocasión, el homenaje, a título póstumo, estará dedicado al músico y compositor valenciano Enric Garcés Garcés, que fue director de la escuela y de la Banda Municipal de Música entre 1955 y 1969.
Enric Garcés Garcés (Faura, 1909-Madrid 1981) nació en el seno de una familia de gran tradición musical. Su padre, Enric Garcés Ballester, tocaba el clarinete en la banda de música de su pueblo, Faura, y más tarde dirigió esa agrupación. Enric hijo empezó la formación con su padre para continuar con estudios superiores en el Conservatorio de Música de Valencia con los maestros Antonio Palanca y Manuel Palau.
Su primer trabajo destacado fue la dirección de la Banda de Alcúdia de Carlet con la que obtuvo diversos premios. Tras esta labor, Enric Garcés Garcés obtuvo en 1955 por concurso de méritos la plaza de director de la Banda Municipal de Terrassa, motivo por el cual se trasladó junto con su familia a vivir a esta ciudad.
El director de la Escola Municipal de Música-Conservatori Professional de grado medio, Jesús Silvestre, subraya que el músico se implicó en seguida con la escuela municipal, donde creó también una orquesta de cámara, y con la ciudad. A los pocos meses de llegar al centro, Enric Garcés se incorporó al claustro de profesores y poco tiempo después fue nombrado director, cargo desde el cual persiguió la mejora de la formación y las instalaciones.
Título oficial y nueva sede
Ambos objetivos se materializaron casi simultáneamente. En 1958, el Ministerio de Educación concedió a la Escola Municipal de Música la categoría de Conservatorio de Grado Elemental. Y un año más tarde, en 1959, el centro estrenaba nueva sede. Se mudó a la Masia Freixa, edificio de Lluís Muncunill, abandonando la Agrupació Regionalista, en la plaza Mossèn Jacint Verdaguer, obra del mismo arquitecto.
La escuela abría una nueva etapa que se vislumbraba fructífera. Así fue al principio cuando se registraron más matrículas de alumnos interesados por el plan de estudios y más profesorado. Pero faltaban recursos, instrumentos y mobiliario, que nunca llegaban pese a largas reivindicaciones. Tras las riadas, en el curso 1962-63, la escuela tuvo un descenso importante de matrícula (se situó en 122 alumnos frente a los doscientos de 1959-60) por lo que tuvo que recurrir a soluciones imaginativas para captar matrícula. Alcanzó acuerdos con la Fundació Busquets y la Escolania de Montserrat (ambas instituciones aportaron estudiantes) además de realizar conciertos con Amics de les Arts y el Gran Casino. En el caso de la Escolania de Montserrat, los monjes iniciaron los trámites para que los niños cantores del monasterio se examinaran en el Conservatori. Y también consiguió traspasar fronteras. Prueba de ello fue la actuación de la Banda de Terrassa en Montpellier en 1963 con gran éxito. Enric Garcés Garcés dejó la escuela de Terrassa en 1969 -Josep Freixas Vivó tomó el relevo- para dirigir la Banda Municipal de Barcelona con la que debutó en el Palau de la Música. Ese año fue nombrado “Terrassenc de l’Any” por El Social (el premio iniciaba su andadura) y fue motivo de homenaje por la escuela y personalidades que valoraron su labor. Atrás dejaba un legado como músico, pedagogo, gestor y también como compositor (su obra contiene más de treinta piezas, entre las cuales hay sardanas, pasodobles y polcas) y divulgador ya que colaboraba con el periódico de la época, “Tarrassa Información” y con el programa musical “Pentagrama” de Ràdio Terrassa.
BIBLIOGRAFÍA Y FOTOS
“El director y compositor Enric Garcés i Garcés”, de Sergi Arrando Mánez
“100 Anys fent música. Escola Municipal de Música-Cosnervatori de Terrassa (1909-2009)”, de Àngels Ventayol i Bosch