La empresa La Sirena, especialista en congelados y con sede en Viladecavalls, ha retomado su plan de crecimiento con la apertura de nuevas tiendas en Catalunya y Madrid y la adquisición de la mayoría de sus establecimientos franquiciados, una estrategia de expansión que la empresa ha decidido abandonar definitivamente. Con estas operaciones, la compañía, que se fundó en Terrassa hace 33 años, empieza a dar forma al nuevo plan estratégico diseñado a raíz de la entrada del fondo británico de capital riesgo OpCapita como principal accionista de la cadena. Además, la incorporación de OpCapita, explican fuentes de La Sirena a Diari de Terrassa, ha permitido reducir en un 30% la deuda financiera neta correspondiente al ejercicio cerrado el pasado 30 de abril.
Esta situación, unida a la creciente tendencia al consumo de productos congelados en España (según datos de Nielsen, actualmente, el mercado ha crecido un 2,2% y hay 54.000 hogares más que compran congelados en relación al año pasado), ha permitido que este año la cadena de tiendas especialistas en congelados invierta 2,3 millones de euros en la apertura de nuevos establecimientos. Seis de ellos ya se encuentran en funcionamiento y otros abrirán sus puertas antes de que finalice el año, llegando a zonas con una densidad de población elevada. “La Sirena crece a pesar del entorno extremadamente competitivo en el que se mueve, superando la presión de las aperturas constantes de la competencia”, dicen esas fuentes.
Fuerte inversión
En este nuevo contexto de crecimiento, la empresa se ha hecho propietaria de diez de los establecimientos franquiciados La Sirena que pertenecían a Cohere en Barcelona, que facturan 8 millones de euros al año y de los que ha asumido a sus 40 trabajadores. La compañía destinará una inversión de un millón de euros para situar estos nuevos establecimientos al mismo nivel que el resto de tiendas.
Con la incorporación de estos nuevos establecimientos a su red comercial de tiendas, La Sirena ocupa actualmente a más de 1.000 empleados y a finales de 2016 tendrá un total de 240 establecimientos repartidos entre Catalunya, Madrid, Castilla-León, Andorra, Levante y Aragón. De cara al 2017 se está explorando la posibilidad de ampliar la apertura de tiendas a nuevas zonas.
La empresa cerró su último ejercicio fiscal con cifra de negocio de 145 millones, la misma que el año anterior. Según Expansión, la cadena ha abandonado las pérdidas de explotación tras diversos años de pérdidas. Así, en su último ejercicio, contabilizó un beneficio de explotación de 10 mil euros frente a los 4,1 millones de pérdidas que registró en el cierre de abril de 2015. Asimismo, el Ebitda se situó en los siete millones, frente a los 4 del año anterior. A pesar de ello, la cadena registró un resultado neto negativo de dos millones.