El juez de Amposta (Tarragona) que investigó el accidente de autocar de Freginals (Tarragona) en que el pasado mes de marzo murieron 13 estudiantes ha archivado la causa penal abierta, tras descartar que el siniestro se debiera a errores mecánicos o a una conducta imprudente del conductor.
En un auto, que puede ser recurrido, el titular del juzgado de instrucción número 3 de Amposta acuerda el sobreseimiento provisional de la causa penal, en la que el conductor del autocar permanecía como investigado, y remite a los afectados a la vía civil para reclamar las indemnizaciones que podrían corresponderles.
El juez sostiene en su auto que el conductor, al que los Mossos d’Esquadra denunciaron por 13 homicidios imprudentes, circulaba “de forma estable”, a la velocidad máxima permitida -100 kilómetros por hora-, tras haber respetado los tiempos de descanso establecidos, y descarta que se distrajera utilizando al volante alguno de los dos teléfonos móviles que llevaba.
También reconoce el magistrado que el conductor, que resultó herido en el siniestro, dio negativo en el test de alcoholemia que se le practicó.
En la investigación llevada a cabo en los últimos meses, el juez no ha apreciado errores en la electrónica ni en los frenos del autocar, ni fallos mecánicos en el vehículo o en sus neumáticos, y tampoco ha constatado que el tramo en que sucedió el siniestro fuera “un punto de acumulación de accidentes”.
Según el instructor, en dos ocasiones durante el mes anterior al siniestro el conductor hizo reposos reducidos, cuando debería haber llevado a cabo al menos uno de mayor duración, pero el día de los hechos “respetó el tiempo de conducción y descanso diario”.
Concretamente, el auto detalla que el conductor había estado descansando la noche antes de ponerse al volante, sin que por parte de sus compañeros se apreciasen “signos distintivos de cansancio”, ya que incluso decidió no acompañarles durante la cena para poder reponer fuerzas.
El juez basa sus conclusiones en los resultados de las diligencias practicadas a lo largo de los últimos meses, en que ha tomado declaración a víctimas, a trabajadores de la empresa de autocar y sus directivos, así como en los informes periciales sobre el tacógrafo, el tramo de carretera en que ocurrió el siniestro y los atestados de los Mossos d’Esquadra.
La policía catalana apuntó que el cansancio del conductor era la causa más probable del siniestro, tras tener en cuenta las variaciones de velocidad que registró el tacógrafo del autocar en los instante previos al siniestro, señala el juez en su auto.
Según el magistrado, el accidente ocurrió cuando el autocar, “sin motivo aparente, fue desplazándose de forma suave hacia el margen derecho, sin cambios de dirección súbitos”.
Para el juez, en el momento en que el conductor advirtió que el autocar había salido de la vía por el margen derecho, accionó el volante para volver a la posición debida en la calzada, pero la dirección del vehículo y la velocidad a la que iba “conllevó que se dirigiese frontalmente contra la mediana” que separa los carriles de circulación.
“Es entonces cuando el conductor realiza una maniobra evasiva compleja de frenada de emergencia y cambio de dirección de giro a la derecha para conseguir el control del vehículo, sin conseguirlo”, prosigue el auto, que sostiene que el autocar entró en contacto con la mediana “de forma violenta”, en una situación agravada por el diseño y los cambios de pendiente de la misma.
Ello provocó “impactos” entre la mediana y la barrera de protección del vehículo que, finalmente, provocaron que el autocar volcara hacia la izquierda, desplazándose 32 metros e invadiendo el carril izquierdo de la autopista AP-7 y parte del derecho.
Para el magistrado, estos indicios “denotan la inexistencia de la gravedad que es exigida en el Código Penal”, por lo que no aprecia ningún delito en el conductor, “sin perjuicio de las responsabilidades civiles en que haya podido incurrir”.
El conductor del autocar estaba citado a declarar como investigado para los próximos días, ya que no había podido ser interrogado hasta ahora por encontrarse convaleciente debido a las heridas sufridas en el siniestro.
A la luz de los informes de que dispone, que descartan responsabilidades penales en el accidente, el juez ha considerado finalmente que no es necesario tomar declaración al conductor, teniendo en cuenta además que sigue afectado por las lesiones sufridas.