El conseller de Salut, Antoni Comín, ha sostenido en varias ocasiones que el plan de viabilidad que se está redactando para cuadrar las cuentas del Consorci Sanitari de Terrassa (CST) no implicará recortes laborales ni en la calidad asistencial. Mientras que el Ayuntamiento confía en la palabra del conseller, los trabajadores, que tratan de hacerlo también, admiten que albergan ciertos "recelos". Según les han hecho llegar "fuentes de la negociación", dicho plan de empresa "implicaría recortes en las condiciones laborales y/o retributivas" de la plantilla del hospital.
Así lo explica el presidente del comité de empresa, Xavier Lleonart, quien alerta de estas sospechas, que proceden de fuentes "bien informadas" del interior de la negociación, de la que no forman parte los representantes de los trabajadores. Lleonart llama la atención sobre el retraso que acumula el plan de empresa, un documento que, precisamente debía elaborarse para corregir los desequilibrios presupuestarios de este año, pero que aún no ha sido aprobado.
La necesidad de redactar un plan de viabilidad viene a raíz de que el CST cerró sus cuentas en rojo en 2015, cuando registró un déficit de cinco millones de euros. Para este 2016, la previsión era liquidar con ocho millones en negativo, aunque es probable que finalmente esta cifra sea menor. Ante estas circunstancias, y teniendo en cuenta la delicada situación financiera del CST, que arrastra unas pérdidas históricas de 39 millones de euros, Lleonart no entiende que a estas alturas del año aún no dispongan del plan de empresa del ente sanitario que debe aportar soluciones para contener el gasto.
De confirmarse los recortes sobre los derechos adquiridos por la plantilla, el presidente del comité explica que "los trabajadores no restarán indiferentes". Comenta que han tenido tiempo de valorar posibles escenarios y calibrar la opinión de la gente, que "está dispuesta a movilizarse" de nuevo para defender sus condiciones laborales y salariales.
Optimismo en el gobierno local
En el Ayuntamiento, en cambio, son más optimistas respecto a los planes del Departament. La concejal de Salud, Maruja Rambla, que dio explicaciones hace unos días a los portavoces sobre la reunión mantenida en septiembre entre el alcalde y el conseller de Salut, confía en la palabra dada por Antoni Comín. "Se está haciendo lo imposible para que las soluciones del plan de empresa no recaigan sobre el personal", afirma. "De entrada, no habrá recortes que afecten a la plantilla", insiste. La regidora considera que el plan financiero presentado en mayo por Comín contribuirá a sanear las cuentas del Consorci: "Hay buena sintonía con el Departament. El conseller se está tomando el tema del Consorci con mucho interés. Contamos con que la Generalitat inyectará los 9,2 millones de euros previstos este año. Estamos intentando equilibrar el presupuesto de este 2016 y que el déficit sea el mínimo posible", explica Rambla.
Los 9,2 millones a los que se refiere la concejal forman parte del plan de equilibrio del CST anunciado en mayo por el conseller y se desgranan de la siguiente forma. 3,5 millones son para consolidar la actividad asistencial adicional que el Servei Català de la Salut (CatSalut) contrató el año pasado en el CST. Otro millón de euros será para contratar actividad asistencial extra este 2016. Para contribuir a enjugar parte del déficit se aportarán 2,2 millones de euros y otros 2,5 millones son para pagar la actividad que ya ha empezado a absorber el ente sanitario de Terrassa, procedente de la Clínica del Vallès, fruto del proceso de desprivatización de la sanidad catalana iniciado por el Departament.
Cambios en el mapa sanitario
Este proceso, de hecho, ha implicado la subrogación de parte del personal de la clínica sabadellense. Concretamente, se han incorporado diez personas al Hospital de Terrassa, a lo que hay que sumar varias ampliaciones de jornada del personal que ya trabaja en el CST y alguna otra contratación más. La mayor actividad que desde agosto viene asumiendo el hospital ha supuesto la apertura de 32 camas y ampliar la programación de intervenciones en dos quirófanos.
Estos cambios, pero especialmente los que parece que están por venir, de proseguir el polémico anuncio de compra del Hospital General de Catalunya por parte del Departament de Salut, también afectarían al plan de empresa del Consorci Sanitari de Terrassa. Desde el comité del ente sanitario público, Xavier Lleonart, cree que este escenario de "incertidumbre" sobre cómo quedará el mapa sanitario de la comarca tiene repercusión sobre el CST y alimenta la rumorología, que "se atajaría de presentarse el plan de viabilidad que aún desconocen los trabajadores".
Lleonart también alerta de la falta de un programa de reposición de material. Asegura que "hay muchos equipos que han entrado en obsolescencia y no existe un plan de inversión ni de renovación de maquinaria", critica.