General Electric (GE) anunció recientemente que aplicará un recorte de personal en su planta de Castellbisbal. Con el próximo despido de 21 de los 24 empleados, la medida implica el paso previo al cierre de las instalaciones de la división de Oil & Gas de Pignone, especializada en la reparación de maquinaria petroquímica. Los trabajadores afectados protagonizaron ayer la primera de las dos jornadas de huelga (la próxima será este lunes) convocadas por CCOO y UGT para exigir la retirada del ERE y el mantenimiento de la actividad industrial en esta planta.
La plantilla se concentró delante del Ayuntamiento de Castellbisbal y una representación del comité se reunió con Joan Playà, alcalde de la localidad, que se comprometió a interceder ante la empresa para conocer "sus motivaciones e intenciones" de primera mano, explicó ayer a Diari de Terrassa Bernat Villarroya, del área de política industrial de CCOO d’Indústria de Catalunya. La plantilla de esta empresa, que se dedica a la venta de bombas y maquinaria para plantas petroquímicas y que tiene entre sus clientes a multinacionales como Repsol y Acciona, teme que la actividad que se desarrolla en Castellbisbal se traslade a Italia. "No es un problema de rentabilidad ni de que los puestos de trabajo desaparezcan", añadió Bernat Villarroya. A la espera de que la dirección aporte más información sobre la situación de la empresa (el próximo lunes hay prevista una nueva reunión del ERE), los trabajadores sostienen que este cierre tiene mucho que ver con el anuncio realizado a finales de octubre por GE sobre un acuerdo para fusionar su división petrolera y gasista con Baker Hughes, de la que pasará a controlar el 62,5% del capital. "En este caso, se debería haber estudiado a nivel general, y con la participación del comité de empresa europeo, cómo se pueden subrogar los trabajadores", añade este sindicalista. La mayoría de trabajadores de Pignone son ingenieros y soldadores especializados, además de personal de venta y mantenimiento.
Acuerdo en España
Los sindicatos han pedido al Gobierno catalán que interceda ante la multinacional energética para evitar el cierre de esta planta, que se enmarca en el proceso de reestructuración del grupo General Electric y que amenaza, a su juicio, con ir "destruyendo" el tejido industrial de Catalunya. La pasada primavera, UGT y CCOO firmaron un preacuerdo con la dirección de General Electric (división de energía de Alstom) sobre un ERE que afectará a 236 trabajadores de toda España, de los que 139 son de centros en Catalunya.
