Opinió

Comer

En Terrassa se dispone este año del mayor número de becas de comedor que se ha gestionado nunca. El aumento de la concesión de ayudas por parte de la Generalitat y la suma de las que cede la nueva empresa concesionaria de los comedores escolares permite ampliar la cobertura tanto en número como en alcance a familias terrassenses que lo necesitan. No obstante, lejos de la autocomplacencia, los datos nos tienen que servir una vez más para tomar conciencia del grado de precariedad en el que viven muchas familias de Terrassa.

Se trata de un tema en el que insistimos de forma recurrente, pero en el que no nos da miedo pecar de insistentes. En alguna ocasión hemos comentado que se está generando una ciudad de dos velocidades y el factor que marca la diferencia ya ni siquiera viene determinado por la tenencia o no de un empleo fijo. Un puesto de trabajo puede garantizar unos ingresos, pero esos ingresos no garantizan una vida digna.

Existe un importante segmento de la población terrassense que tiene necesidades, hasta el punto de que no puede alimentar a sus hijos, de que no puede pagar sus suministros, de que no puede, en definitiva, afrontar sus necesidades más básicas. La emergencia social existe en Terrassa en mayor medida de lo que probablemente pensemos. Cuando no nos toca de cerca, tomamos distancia con la pobreza y hoy, más que nunca, tienen sentido las ONG, los bancos de alimentos, las becas comedor y el bono social. Y no olvidemos que los niños que tienen becas en primaria tienen hermanos en la ESO que no disponen de ayudas.

Tiempo

El presidente Mariano Rajoy ya ha nombrado su Gobierno. Se inicia una nueva etapa y las reacciones del resto de partidos y los comentarios que más circularon ayer por las redes sociales y diarios digitales se centraban en que se trata de más de lo mismo, de un Gobierno continuista que no modificará las políticas que se han llevado a cabo en España en los últimos cinco años. No se podía esperar otra cosa de Mariano Rajoy. La cuestión no es si el Gobierno es continuista o no, que lo es porque no puede serlo de otra manera, el debate está en cuánto durará esta legislatura, nacida con fórceps y condenada al diálogo o a no ser.

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