Santi Bach, empresario terrassense del sector funerario, impulsor de columbarios en estadios de fútbol, ha sido acusado por algunos de sus socios de estafa y apropiación indebida. Un juzgado de Barcelona ha abierto un procedimiento después de las denuncias interpuestas por inversores que participaron en el proyecto de "nichos" del fútbol con el grupo Giem Holding Unik.
La información sobre las indagaciones la publicó ayer El País. Contra Bach hay dos denuncias: una de dos socios capitalistas que aportaron once millones de euros al proyecto; y una segunda, en este caso una demanda, interpuesta por una veintena de pequeños inversores de Sabadell que pusieron dinero para el columbario del Camp Nou.
El club barcelonista anunció en enero del 2012 su intención de acoger un memorial con 20.000 urnas en el estadio. Cobraría seis millones de euros a cambio de ceder su explotación. Luego, otro contrato con Giem aplazaba la construcción del columbario definitivo, con 30.000 urnas, hasta la remodelación del Camp Nou; mientras tanto, se ofrecía un espacio provisional en el cementerio de Les Corts.
En enero del 2014, los pequeños inversores habían participado en el proyecto con 1,3 millones en total, con la esperanza de obtener un rendimiento anual. Pero los retrasos motivaron escasas ventas de nichos y los denunciantes afirman que la firma trazó un plan, dando largas con excusas falsas, para no devolverles el dinero. Y consideran que el Barça debe figurar en el proceso como "partícipe a título lucrativo" después de recibir un millón de euros de la empresa. Según la publicación, un portavoz de la entidad barcelonista ha desvinculado al club del caso y mostrado la disposición del Barça a devolver ese aval de un millón de euros "si la sociedad lo autoriza".
Los otros denunciantes, los dos socios, aseguran que el empresario egarense ha desviado parte de sus inversiones a finalidades personales, tales que la compra de un coche o unas obras en su casa.
La defensa de Bach
Santi Bach rebatió ayer las acusaciones. El empresario declaró a este diario que la denuncia de los socios no es más que una estrategia en el marco de un "conflicto de divorcio societario" y recordó que él no ejerce ningún cargo ejecutivo desde mayo del 2015. La querella, añadió, "falta a la verdad" y es "absurda" teniendo en cuenta que hasta el 2015 los acuerdos los tomaba el consejo de administración, y no él solo.
"Mi casa la construí tres años antes de la entrada de los inversores denunciantes, y pago hipoteca". La denuncia, afirmó Bach, es "una venganza" y una estrategia para paralizar otros procedimientos judiciales que él mismo ha abierto para conseguir, entre otros objetivos, información sobre las cuentas de la empresa. Respecto de la demanda de los veinte pequeños inversores, Bach aseguró que no tiene constancia oficial del escrito, aunque sabe que en él figuran como demandados, también, Giem y los principales accionistas, incluidos los socios denunciantes en el otro caso. "Cuando yo era consejero delegado, cada mes se les informaba del estado de su inversión. Los rendimientos quedaron postergados por los inconvenientes de la reforma del estadio del Barça. Quizás no se les liquida el dinero si hay alguna venta", apuntó.