Agentes de la Guardia Civil han rescatado a dos hermanos, de 17 y 15 años, que vivían cautivos en la casa familiar de Catral (Alicante) desde hace más de siete años, sin escolarizar, sin asistencia sanitaria y totalmente aislados de la sociedad, y han detenido a su madre, de 49 años, y a su actual compañero sentimental, de 30 años.
La pareja, de nacionalidad suiza, ha sido detenida por “los delitos de malos tratos en el ámbito familiar hacia los hijos y detención ilegal”, según un comunicado de la Guardia Civil, que ha informado que fue la hija mayor quien pidió ayuda por correo electrónico, en un descuido de la madre, a la fundación ANAR de ayuda a niños y adolescentes.
Según la Guardia Civil, “a comienzos de octubre se personó en dependencias policiales un representante del área de servicios sociales del Ayuntamiento de Catral, que comunicó que había recibido un informe de la fundación Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) sobre dos hermanos menores de edad que residían en la localidad pero desconocía la dirección exacta”.
En ese informe se detallaba cómo la mayor de los dos menores, de 17 años, pedía auxilio vía correo electrónico porque estaban recluidos en el domicilio familiar desde que vinieron a España, en marzo del año 2009 sin ningún contacto con el exterior.
En ese primer correo electrónico, del 29 de agosto de 2016, explicó que “su madre no les dejaba ir al colegio, que sólo el hermano mayor de los tres, que ahora es mayor de edad y vive en Suiza con su padre biológico, estuvo escolarizado cuando llegaron a España, si bien sólo cursó 2009 y dejó los estudios”.
También relató que “nunca habían recibido asistencia sanitaria de ningún tipo, que nunca habían ido al médico, ni cuando han estado enfermos y que solo recordaba ir una vez al centro médico de Almoradí (Alicante), por una dolencia de estómago, el año pasado”.
Afirmó que “tenían totalmente prohibido el acceso a Internet y a cualquier clase de tecnología y que tampoco tenían acceso al teléfono y que, incluso, una vez su madre le rompió su móvil porque amenazó con llamar a la policía”.
La mayor de los dos menores denunció que “sólo salían a la calle unos pocos minutos al día para sacar a las mascotas a que hicieran sus necesidades o para comprar algo rápido en un supermercado cercano, pero todo ello bajo un estricto control telefónico por parte de la madre”.
Aseguró también que “la ahora detenida les amenazaba, insultaba e, incluso, agredía y había llegado a propinarle, sobre todo a ella, auténticas palizas”.
Asimismo, la menor explicó que “las agresiones eran continuas y era golpeada con las manos, contra la pared o los muebles y le lanzaba piezas de la vajilla o cualquier objeto que tuviera en la mano en esos momentos”.
La menor aseguraba en sus correos que “no se había atrevido a pedir ayuda hasta ahora porque, desde pequeña, había estado bajo continuas amenazas de muerte si hablaba con la policía, e, incluso, le aseguraba que los agentes la violarían y es iban a violar y a matar y crecieron con esa idea”.
Según la Guardia Civil, en su correo dijo recordar que “empezó a sufrir esta situación ya en Suiza, desde la edad de 3 ó 4 años y que ha continuado al trasladarse a España” y aseguró que “la pareja actual de su madre es conocedor de todos estos hechos y que no hace nada al respecto”.
La familia cambiaba cada ocho o nueve meses de domicilio y ha llegado a vivir en siete años en 6 casas diferentes, en localidades como Catral, Arenales del Sol, La Marina de Elche y Rojales, todas ellas ubicadas en la provincia de Alicante.
Fue durante su estancia en La Marina de Elche, cuando la menor envió por primera vez una serie de correos electrónicos a diferentes organizaciones explicando su situación y pidiendo ayuda y, una vez regresaron a Catral el pasado septiembre, fue cuando se le perdió la pista porque no sabía los datos exactos de su nuevo domicilio.
Los dos hermanos vivían tan completamente aislados de la sociedad, que ni siquiera hablaban español y se comunicaban en inglés.
“Ante estas denuncias, los investigadores pusieron en marcha una operación a contrarreloj, para localizarlos y tras semanas de gestiones, localizaron el nuevo domicilio aunque cuando se personaron en él, la madre negó que tuviera allí a ningún menor pero las joven llamó su atención y pudieron ser rescatados”, según la información de la Guardia Civil.
“La mujer quedó detenida por los delitos de maltrato familiar (violencia doméstica, por lesiones y coacciones a sus dos hijos) y por su detención ilegal, lo mismo que su actual pareja, que no es el padre biológico de los menores, que fue detenido por encubrimiento. Ambos han quedado a disposición judicial, en libertad con cargos”, añade el comunicado.
Los dos hermanos fueron ingresados en un primer momento en el Centro de Menores de Alicante, si bien la hija mayor, sobre la que recaía principalmente el maltrato físico y psicológico, ha sido recogida ya por su padre biológico, con el que se ha trasladado a vivir de nuevo a Suiza, mientras que el chico ha vuelto al domicilio familiar con el visto bueno de la Autoridad Judicial.