Según un nuevo documento publicado esta semana, la Iglesia católica prohibe a sus fieles esparcir las cenizas de los difuntos, dividirlas entre los familiares y también que sean conservadas en casa. La Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio, ha redactado un nuevo documento con el nombre de “Instrucción Ad resurgendum cum Christo” que sustituye al anterior de 1963, que fue aprobado el 18 de marzo de 2016 por el papa Francisco y que pone orden ante las nuevas prácticas tanto de sepultura como de cremación consideradas “en desacuerdo con la fe de la Iglesia”. En el documento se explica que aunque la Iglesia sigue prefiriendo la sepultura de los cuerpos, se acepta la cremación pero se prohibe esparcir las cenizas, dividirlas entre familiares o conservarlas en casa. “Para evitar cualquier malentendido panteísta, naturalista o nihilista, no será permitida la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma, o la conversión de las cenizas en recuerdos conmemorativos, en piezas de joyería o en otros artículos”, se lee en este documento.
Montserrat Oviedo García
Jubilada, 73 años
“Si eres muy creyente, piensas que no mueres, que subes al cielo y que debes tener un espacio donde poder ir a rezar. No es que el Vaticano prohiba a todos esparcir las cenizas de los difuntos o tenerlas en casa. Creo que quien lo quiera hacer, lo hará y quien no, no. Yo no estoy aún convencida de la incineración pero a lo mejor es una buena opción. Lo que no me gustaría es tener las cenizas en casa.”
Joaquim Obiol Canalda
Jubilado, 61 años
“Se debe tener respeto y esto de hacer joyas o esculturas no me parece bien aunque lo de tenerlas en casa o esparcirlas no lo veo mal. Creo que se debe tener en cuenta el deseo del difunto y si ha pedido esto, se le debe poder conceder. A mi me gustaría que me incinerasen pero aún no sé que me gustaría que hicieran con mis cenizas.”
Martín Fernández López
Jubilado, 64 años
“Me parece bien que no se haga cualquier cosa con las cenizas o los restos pero por otro lado, creo que se tiene que respetar la voluntad del difunto de estar en un lugar determinado. Me considero católico, aunque no muy practicante, y prefiero la inhumación a la incineración. Aun así, creo que se puede hacer todo, siempre desde el respeto.”
Maria Dolors Priego Salvador
Monitora, 57 años
“No me parece bien. Creo que todos, católicos o no, debemos tener el derecho de estar donde queramos siempre que no molestemos a nadie. Yo soy católica no practicante y quiero que me incineren y esparzan mis cenizas en algún campo. De este modo, mi familia no tendrá la obligación de ir al cementerio a visitarme sino que podrá recordarme tal como soy.”
Teresa Marcos Mengíbar
Limpieza, 53 años
“No es normal que no nos dejen tener las cenizas donde nosotros queramos. Si queremos tirarlas en el sitio que nos ha dicho el difunto, debemos poder hacerlo. Me considero católica no practicante y quiero que me incineren y esparzan mis cenizas. Para mi, tenerlas en un cementerio es un gasto tonto.”
Maria Antonia Moreno Fernández
Ama de casa, 61 años
“Me parece muy mal. Ya no mandamos en vida y ¿nos tendrán que mandar en muerte? Pues no. A la Iglesia católica le interesa que haya cementerios y como han visto que incinerando se acaba este negocio, se tienen que inventar algo. Yo puedo hacer lo que a mi me plazca. Dejaré escrito lo que tendrán que hacer con mis cenizas, porque me van a incinerar. Me gustaría que las esparcieran en la montaña o en el patio de casa junto a las de mi marido.”
Maria Antònia Santander Alara
Administrativa, 54 años
“Me parece fatal. Cada persona debería ser libre de descansar eternamente donde quiera y en mi casa no nos gustaría estar en el cementerio. Me considero católica y me gustaría que me incinerasen y que mis hijos guardaran mis cenizas hasta que mi marido muriera, si es que no muere antes que yo, para que luego podamos descansar eternamente en la casa que tenemos en la playa.”
Manuel Gil Guirado
Pensionista, 56 años
“Creo que el Vaticano no se tiene que meter en estas cosas. Cada uno cuida de sus seres queridos como quiere o puede y la Iglesia católica no tiene que decir nada al respecto. Yo soy creyente aunque no practicante. Aun no me he parado a pensar si quiero que me incineren o me inhumen.”
Maria Dolors Martínez Salas
Ama de casa, 64 años
“A mi me gustaría que si me incineran, las cenizas se pudieran esparcir dónde yo dijera o guardarlas en casa si es lo que decido. Soy católica y quiero que me incineren y esparzan mis cenizas en la montaña.”
Josep Martín Solís
Jubilado, 68 años
“Yo soy espiritista y creo que cada uno debe poder hacer lo que quiera con su cuerpo cuando muera. A mi me da igual si me incineran o me inhuman aunque si puedo escogerlo preferiría la incineración y que la mitad de las cenizas las esparzan en la playa de Zamara, en Lanzarote, donde vivo un hijo mío, y que la otra mitad se quede en una torre que tengo en Les Carbonelles.”
José Corbi León
Encuadernador, 56 años
“Cada uno debe poder tener las cenizas donde quiera. Tu casa puede ser un lugar sagrado para ti. No creo que las cenizas tengan que estar en un cementerio o en una iglesia, si no que pueden estar en tu casa si quieres. Aunque seas católico, que yo no lo soy, creo que debes poder hacer lo que quieras. Yo no tengo claro si quiero que me inhumen o me incineren.”
Ainhoa Rodríguez Salas
Sin empleo, 20 años
“Me parece muy mal. Si un familiar tuyo se muere, tienes todo el derecho de quedarte sus cenizas. No tienes porque dejarlas en un lugar sagrado porque ellos lo digan. No comparto la postura del Vaticano. A mi me gustaría que me enterraran porque con las cenizas no sabes nunca que puede pasar, la urna puede caer al suelo y romperse.”