La estrategia ha funcionado. Los grupos municipales de TEC, ERC-MES y la CUP, que la semana pasado forzaron al equipo de gobierno a retirar su propuesta de ordenanzas fiscales para 2017, han logrado incluir sus demandas en el nuevo dictamen que se discutirá en el pleno del viernes en sesión extraordinaria. Ante el acuerdo alcanzado con la concejalía de Hacienda, los tres grupos se abstendrán para facilitar la aprobación de los impuestos, tasas y precios públicos del próximo año.
Los tres partidos de izquierdas se presentaron juntos ayer ante la prensa para explicar las negociaciones con el Ejecutivo local y mostrarse, de nuevo, como alternativa al actual gobierno de PSC y CiU. Un proyecto alternativo, dijeron, que está "más fortalecido" que en mayo de 2015.
Aunque han conseguido modificar el dictamen antes de su debate en pleno, como pretendían, dejaron claro que las que se aprobarán el viernes no son las ordenanzas fiscales que ellos hubiesen elaborado, por lo que no las secundarán, sino que se abstendrán, facilitando así que salgan adelante. El portavoz de TeC, Xavier Matilla, remarcó que las enmiendas incorporadas al dictamen "son medidas correctoras", que aunque suponen "un cambio substancial" respecto al texto inicial del gobierno, "no son" sus ordenanzas. Persiguen, comentó, "intensificar las bonificaciones y aumentar los criterios de progresividad" de los tributos.
En ERC-MES insistieron en marcar ciertas distancias, a pesar de la anunciada abstención. "No queremos aprobar nuestras ordenanzas, pero tampoco las suyas", comentó Isaac Albert, portavoz republicano, que reiteró que en un debate tan importante como el de los impuestos, al equipo de gobierno "le tocaba definirse": o buscaba la complicidad de la izquierda o de la derecha, en referencia a C’s. "Responsabilidad, sí, cheques en blanco, no", resumió Albert.
El documento redactado inicialmente por el concejal de Hacienda, a quien agradecieron su "buena predisposición", estaba "falto de sentido político". Con las enmiendas introducidas, el bloque de izquierdas ha aportado "política a un buen dictamen técnico" que "no tenía coherencia", criticó Albert. El nuevo dictamen conducirá a unas ordenanzas fiscales "más progresivas, más equitativas y más justas".
Maria Sirvent, líder de la CUP, aseguró que con el acuerdo alcanzado con el bipartito, "las ordenanzas fiscales inician el camino hacia la transformación social", miran "hacia la izquierda" y responden a criterios de "progresividad y redistribución de la riqueza".
Sin acritud
El titular de Hacienda, Alfredo Vega, evitó hacer un análisis en términos de vencedores y vencidos. Tras el aturdimiento sufrido en la comisión informativa del pasado jueves, cuando se vio sin apoyos para sacar adelante su propuesta, ha sabido encajar bien el golpe y ha preferido no hacer sangre de un proceso ciertamente doloroso. "Lo importante es que la ciudad tenga ordenanzas y presupuestos", señala, por lo que valora como "buena noticia" la abstención de los grupos de izquierdas.
"La verdad no es patrimonio de nadie. Estamos donde nos colocaron los ciudadanos el 25 de mayo, sin mayorías claras, y debemos escuchar a todos los grupos e incorporar sus matices", añade el edil socialista.
De todos modos, asegura que la propuesta que finalmente se llevará a pleno "no difiere demasiado" de la que el concejal pensaba plantear ya la semana pasada. Su intención, reitera, era aprobar prácticamente esas mismas enmiendas de viva voz durante la polémica comisión informativa. "La propuesta actual está alineada con las conversaciones previas que había mantenido con TeC, pero entiendo que cada partido quiera marcar perfil propio", resume Vega.
Los presupuestos, en el aire
Salvo sorpresas de última hora, que no se esperan, las ordenanzas fiscales saldrán adelante con los votos a favor del bipartito y la abstención de TeC, ERC-MES y la CUP. El PP votará en contra del expediente porque rechaza cualquier subida de impuestos en época de crisis. Y C’s, que en otras ocasiones ha sido un buen aliado del equipo de gobierno, mantiene su intención de votar en contra de la subida fiscal. Su portavoz, Javier González, considera que las diferencias entre la ponencia actual y la debatida la semana pasada "no son significativas", salvo "algunos cambios en el IAE y en tasas muy concretas".
De cara a presupuestos, todo esta abierto. El acuerdo del bipartito con TeC, ERC-MES y la CUP para aprobar los tributos no implica reeditar esa mima alianza en los presupuestos municipales, cuyo debate está previsto para el 21 de diciembre. El bloque de izquierdas dejó claro ayer que nada estaba aún hablado ni decidido. De hecho, aseguraron que, esta vez a Vega le costará más que el año pasado ganarse su confianza, pues afirmaron que "prácticamente ninguna" de las condiciones que impusieron para abstenerse se ha llevado a cabo.
Xavier Matilla de TeC, dejó claro que si el gobierno quiere pactar con ellos los presupuestos "tendrán que negociar una propuesta conjuntamente desde el inicio". Y, para empezar a hablar, sostuvo Albert, es necesario abordar los "detalles", hablar de "proyectos, no sólo de números".
El concejal de Hacienda asume que no hay que dar nada por sentado. El edil avanza que aunque se sienten "más próximos" a las propuestas de la izquierda que a las de la derecha, hablará "con todos los grupos, tengan uno o seis concejales". Ésa es su "obligación", comenta, y la de "mantener una administración ordenada que gobierne para todos".
En C’s tampoco se sienten desalentados para negociar con el bipartito una propuesta de presupuestos. A pesar de su rechazo a las ordenanzas, Javier González no se cierra al acuerdo. "No descartamos poder apoyar los presupuestos si el equipo de gobierno asume nuestras reivindicaciones", como, por ejemplo, aumentar la partida para limpieza y recogida de residuos en un millón de euros, lo que permitiría ampliar la cobertura de la recogida lateral de residuos.