El suelo del primer rellano, del portal, de un bloque de viviendas se hundió el lunes. Dejó un hueco de unos dos metros de profundidad. El edificio, en la calle de Antoni Torrella, en Ca n’Aurell, fue desalojado. Once vecinos tuvieron que salir de allí. Aunque no había peligro inminente de colapso en la estructura del bloque, sí lo había en el portal y en la escalera.
Según vecinos, fue personal sanitario, que había acudido a uno de los pisos para asistir a una persona indispuesta, el que se dio cuenta del espacio hueco que se abría bajo el suelo del portal. Y los sanitarios dieron la voz de alarma. Los bomberos recibieron el aviso a las 8.25 de la tarde: la comunicación hablaba de un hundimiento en los bajos de un edificio, en la entrada.
Al inmueble, en el número 44 de la calle de Antoni Torrella, llegaron cuatro dotaciones de Bombers y unidades de los Mossos d’Esquadra y de la Policía Municipal. Los agentes cortaron al tráfico el tramo de Antoni Torrella comprendido entre la calle de Arquimedes y la de Galileu. Tampoco se podía pasar a pie por los aledaños del bloque.
Cede una viga
Los bomberos y un arquitecto municipal inspeccionaron el edificio. El hundimiento había afectado al suelo de la entrada, al ceder una viga que sustentaba el techo de un sótano. Había afectado también, según la policía, a dos viviendas. Ante la duda, se conminó a los habitantes a marcharse a otro sitio a dormir. A casas de familiares, por ejemplo. No había peligro general para la estructura del bloque, pero sí riesgo de derrumbes en el portal y la escalera, según Bombers.
El vecindario había quedado aislado, por lo que, a instancias de la policía, unos operarios de mantenimiento municipal suministraron unos tablones de madera para colocarlos en el suelo a modo de pasarela provisional. El operativo acabó a las diez de la noche.