El impacto del Brexit en el mercado inmobiliario español es aún una incógnita, pero los expertos internacionales coinciden en destacar que el futuro del sector en España es “brillante”, después de una larga crisis de la que empieza a recuperarse de forma sólida y sostenida.
El salón Barcelona Meeting Point (BMP) ha reunido hoy en una mesa redonda a diversos directivos de empresas y fondos de inversión extranjeros con actividad en España, que han debatido sobre el impacto que el Brexit, como se conoce a la salida del Reino Unido de la UE, puede tener en este país.
Los ponentes han puesto de manifiesto la incertidumbre que existe acerca de los efectos del Brexit, porque “aún es pronto” para saber adonde llevará este proceso, han dicho, pero independientemente de ello se han mostrado optimistas sobre el futuro del mercado inmobiliario español.
“El Brexit de momento es incierto, pero en los tres últimos años las cosas han mejorado en España y parece que esta tendencia se va a mantener”, ha explicado Neil Blake, jefe de estudios de la consultora CBRE en la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África).
Tim Mooney, socio y codirector inmobiliario del fondo de capital riesgo estadounidense Värde, ha indicado que “España se encuentra en muy buena posición en relación con otras economías europeas” y ha reafirmado la apuesta de su compañía por este mercado, en el que está presente desde el año 2008.
Desde entonces, Värde ha llevado a cabo diversas operaciones en el país, entre ellas la compra, en 2015, de la inmobiliaria del Grupo San José.
“El futuro en España es brillante, concretamente para el sector residencial”, ha detallado Mooney, que considera que el crecimiento del inmobiliario quizá no es “tan robusto” como se esperaba, pero lo será de forma sostenida a lo largo del tiempo.
En la jornada ha participado también el director ejecutivo de AEW Europe, Carsten Czarnetzki, que ha avanzado que su firma prevé abrir el próximo mes de enero una oficina en España, que se sumará a las que el gestor de fondos inmobiliarios ya tiene en países como Estados Unidos, Francia, Rumanía, Italia, Luxemburgo o Alemania.
“Eso demuestra nuestra voluntad de estar más presentes en el mercado y lo mucho que creemos en el potencial de crecimiento del país”, ha remarcado el directivo, que apuesta por invertir en países “con un entorno de riesgo bien controlado”.
AEW Europe cuenta con un amplio portafolio de activos en el país, como un edificio de oficinas que adquirió en 2015 en Alcobendas (Madrid) u otros dos inmuebles situados en la cotizada calle Serrano de Madrid.
Czarnetzki ha dicho que el fondo está buscando oportunidades de inversión en Barcelona y que también quiere invertir más en Madrid.
También quiere reforzar su presencia en España la firma ActivumSG Iberia Advisors, que cuenta con una cartera diversificada en este mercado y no sólo estudia opciones de compra en las dos grandes capitales, sino en otras ciudades como Bilbao, Alicante, Valencia, Cáceres o Marbella.
La gestora ha adquirido recientemente un edificio situado en la calle Manuel de Falla de Madrid, muy cerca del estadio Santiago Bernabéu y del Paseo de la Castellana, y el Palacio Marqués de Sonora de Málaga, situado en el casco histórico y que prevé reconvertir en un hotel.
“Inicialmente lo veíamos como una oportunidad residencial, pero hicimos números y al final decidimos convertirlo en un hotel”, ha precisado el socio director de ActivumSG Iberia Advisors, Brian Betel.
En este encuentro, y a modo de introducción, ha participado asimismo el consejero delegado de Anticipa, Eduard Mendiluce, que ha explicado que la inversión inmobiliaria en España se situará este año sobre los 9.000 millones de euros, frente a los 13.000 millones que se alcanzaron en 2015.
Mendiluce ha añadido que los inversores internacionales están invirtiendo en residencial a través de dos canales: mediante la creación de ‘joint ventures’ con promotores locales o comprando directamente constructoras o promotoras españolas, como es el caso de Värde.
En cuanto a la venta de carteras inmobiliarias, el directivo ha señalado que “no ha sido un año de muchas ventas” y que éstas no superiores a los mil millones de euros.
“Veremos en los próximos meses si los bancos se animan, se lanzan a vender posiciones mucho más grandes y los fondos se animan también a continuar comprando estas posiciones”, ha remarcado.