Salió del coche para pedir disculpas a unos policías por pasarse un semáforo en rojo y los agentes tardaron poco en darse cuenta de su ebriedad. El conductor acabó imputado después de soplar en el alcoholímetro y dar tasas etílicas constitutivas de delito. La singular incidencia tuvo lugar el sábado en la calle del Periodista Grané.
Ocurrió a las 3.45 de la madrugada. Según la Policía Municipal, el coche rebasó un cruce sin respetar la fase roja del semáforo y los miembros de una dotación policial lo vieron. Y el conductor los vio a ellos. Decidió frenar de golpe y salir del coche. Salió y pidió perdón a los guardias por su infracción, pero las disculpas no le sirvieron de mucho. Seguro que los policías le hubieran pillado igual, pero fue oírlo solicitar perdón, y verlo moverse, y los agentes se apercibieron de su estado. Los síntomas de embriaguez eran claros y las pruebas los corroboraron. El conductor sopló y dio, en el primer test, un resultado de 0,61 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.
Delito
Luego fue trasladado a la Jefatura de la policía para realizar las pruebas de precisión; volvió a soplar y volvió a dar positivo con niveles aún más altos: 0,79 miligramos en un test y 0,76 en otro. La policía le abrió diligencias por un delito contra la seguridad del tráfico. Similar procedimiento penal se le incoó el domingo por la mañana a un conductor cuyo vehículo volcó en el camino de Can Carbonelles. Unos agentes locales se trasladaron a la zona tras saber del accidente por un testigo. Eran las 7.25 de la mañana. Al llegar, los guardias observaron que el conductor presentaba signos de ebriedad.
Las pruebas que hizo en la Jefatura arrojaron resultados de 0,90 y 0,86 miligramos. Personal sanitario atendió al conductor, pero no lo trasladó a ningún centro. Al final, el coche cayó por el torrente; había quedado colgando del filo y el conductor se empeñó en entrar en el automóvil para recoger pertenencias. Los agentes tuvieron que convencerlo para que no lo hiciese, dado el riesgo de que ocurriese lo que al final ocurrió, pero sin el hombre dentro del coche.