El artefacto, una granada de la Guerra Civil, se encontraba en "estado operativo", según los Mossos d’Esquadra. Ni el tiempo ni el moho lo habían desactivado, podía estallar en cualquier momento. María del Carmen Rodríguez, la mujer que lo localizó de modo fortuito cuando buscaba setas, el miércoles, en el Parc Natural de Sant Llorenç, no tocó la bomba. Señaló el lugar, un camino próximo al Coll d’Estenalles, se marchó y horas después llamó a los mossos y los acompañó hasta el sitio. De madrugada, los Tedax retiraron el artefacto.
María del Carmen Rodríguez Merayo, vecina de Sabadell, de 39 años, es "boletaire". El miércoles, a eso de las cuatro de la tarde, después del almuerzo, subió con una amiga a la montaña, "a dar una vuelta y buscar ‘bolets’". Y en esa tarea estaban cuando, en un recodo, María del Carmen vislumbró un "ou de reig", menuda bicoca de hongo. Se disponía a fotografiar la seta y, de súbito, divisó algo más, algo que no parecía precisamente una seta. Algo de forma ovalada.
Se acercó, apartó unos matojos febles. Aquello parecía, aquello parecía… Era lo que parecía. Una bomba de mano, una granada antigua. Fue más el estupor que el miedo lo que cruzó la mente de la buscadora. Luego sí se asustó un poco. "A la granada se le salía parte del sulfato por donde la espoleta", cuenta la halladora.
María del Carmen tiene familiares cazadores y sabe de los peligros de armas y explosivos. No tocó el artefacto, le hizo unas fotos, se hizo ella unas fotos y se marchó a casa. Antes señaló con unos palos y unas piedras blancas el lugar donde, en lugar de un "bolet", encontró una granada. Su teléfono móvil no tenía cobertura para tomar la ubicación en el momento por GPS.
Los tedax
Pasaron las horas. "Quizás debí llamar antes, pero nadie está preparado para encontrar algo así", reflexiona. Contactó con unos amigos cuyo hijo es policía y fue informada de que debía alertar cuanto antes a los mossos. Llamó al sistema 112, y luego la llamaron los mossos a ella. "¿Sabe el sitio concreto?". Respuesta: "sí". Vamos a buscarla.
Una dotación de los mossos recogió a la mujer y, junto con otra unidad, se dirigió a Sant Llorenç a las once de la noche. Por aquí, en una pista del Coll d’Estenalles. Caminaron bastante. Allí, a un metro del camino. A la 1.26, la granada estaba localizada. Los policías marcaron sus aledaños. Llegaron los Tedax. Metieron con cuidado la bomba en una caja y luego, en otra blindada dentro de un coche. Y se llevaron la granada para destruirla.