Los rápidos avances científicos y tecnológicos provocan que los dispositivos que hoy día pone la Nasa en órbita ya estén incluso desfasados. Así lo explicó Jordi Domingo, excientífico de la Nasa, que el martes fue el invitado a la cena organizada por el Rotary Club de Terrassa en el Hostal del Fum.
"La tecnología que hoy se envía al espacio ya es vieja", afirmó este prestigioso investigador que estuvo trabajando para la Nasa. Domingo explicó que la última misión de la agencia espacial norteamericana ha sido el lanzamiento, el pasado septiembre, del satélite Osiris-Rex, que tiene la misión de recoger muestras del asteroide Bennu y que se espera que regrese a la Tierra el año 2023. Ese satélite, comentó, fue construido hace más de diez años, con lo que ya ha sido superado por los nuevos avances tecnológicos. Aun así, no restó un ápice de importancia a la misión espacial, que permitirá responder a preguntas de tanto calado como de dónde venimos o cuál es nuestro destino y conocer también la historia de los planetas y del Sol.
La vida profesional de Domingo estuvo marcada por sus avances en el campo de la tecnología de infrarrojos como especialista dentro de la ingeniería eléctrica. Quien también fue misionero jesuita quiso repasar en la conferencia sus andaduras como estudiante. Este barcelonés cursó estudios en América del Sur y después en Alabama y Chicago, donde se diplomó en ingeniería eléctrica. Esa época, explicó, no fue especialmente fácil. Sin resentimientos, haciendo gala de su sentido del humor, comentó que no le dieron una beca para cursar el doctorado por su nacionalidad. "No hay españoles que sean buenos investigadores", le argumentaron entonces.
Finalmente se doctoró en California y empezó a trabajar en Los Ángeles aplicando sus conocimientos en infrarrojos. Domingo destacó su etapa residiendo en la pequeña población de Santa Bárbara, donde trabajó en la empresa Howard Hughes, hasta que a los 62 años decidió jubilarse. Sin embargo, sus planes se truncaron porque fue en ese momento cuando recibió el encargo de trabajar en la Nasa en el proyecto del telescopio Spitzer, el primero que permite ver con infrarrojos.
La primera sonda a Marte
Su trabajo en la agencia norteamericana continuó después en el área de los robots que se enviaron a Marte. Domingo formó parte del equipo que creó la primera sonda que se envió al planeta rojo. Posteriormente, ha colaborado también en el proyecto del telescopio Jack Webb que se enviará al espacio en el año 2018.
El científico hizo un recorrido por la historia de la Nasa y su importancia estratégica desde su creación, en 1958. En la actualidad, comentó, los ámbitos de actuación de la agencia, que tiene alrededor de 18 mil empleados (llegó a tener 30 mil) abarcan desde las ciencias de la Tierra, el cambio climático, los robots espaciales o la comprensión del universo, entre otros.