En alguna ocasión ya hemos hablado de los problemas que los ayuntamientos deben afrontar en solitario y con escasez de medios y recursos como consecuencia del desentendimiento de administraciones de rango superior. Como exponente de la administración pública de proximidad, la más cercana al ciudadano, debe hacerse cargo de cuestiones, especialmente relacionados con la emergencia social, que genera incluso tensión en los servicios sociales por verse incapaces de dar respuesta a necesidades perentorias. En este sentido, el Consell Comarcal del Vallès Occidental denunció ayer una importante problemática asistencial con la que se encuentran, otra vez, los ayuntamientos. Se trata de las becas comedor en la enseñanza secundaria.
Se da la circunstancia de que las familias que disfrutan de becas comedor para sus hijos, cuando éstos pasan a la enseñanza secundaria pierden la beca, pero no la necesidad no desaparece. Recordemos que las becas comedor responden a una necesidad social que viene provocada por una falta de recursos en las familias. La situación de necesidad no cambia por el hecho de superar etapas docentes. La Generalitat se refugia en el hecho de que son muchos los centros educativos de secundaria que se han sumado al horario intensivo, con lo que en la mayoría de los casos se suprime el servicio de comedor.
Los Ayuntamientos reclaman una solución debido, como decimos, a que las necesidades familiares se mantienen y los problemas económicos de las familias y con ello los de malnutrición en los niños. En muchos ayuntamientos, para evitar la suspensión de las ayudas durante el verano, crearon las becas comedor en los casales, pero en secundaria no existe plan B.
Ahora que parece que a pesar de algunos desajustes, se está normalizando la concesión de becas en primaria, se sigue con el problema en enseñanza secundaria. El Consell Comarcal denunciaba ayer que se trata de una situación de desprotección que los ayuntamientos asumen con gran dificultad a través de lo servicios sociales, pero sin poder dar una respuesta generalizada, sino en función de la urgencia y en combinación con otras labores asistenciales también importantes.
Como muestra de la dimensión del problema y del agravio que supone esta desprotección recordemos el dato de que en la comarca hay 90 mil alumnos de primaria y se conceden 10 becas y que en secundaria hay 40 mil alumnos matriculados y se dan 289 becas.