Los impuestos locales, las tasas y los precios públicos subirán un 1% el próximo año. Ésta es la primera propuesta del equipo de gobierno, que tendrá excepciones ya que, probablemente, la tasa de residuos se encarezca por encima y algunas otras se mantengan tal y como están, sin experimentar subida alguna.
El teniente de alcalde de Servicios Generales y Gobierno Abierto, Alfredo Vega, explicó el lunes a la oposición las intenciones del Ejecutivo local en una larga reunión a la que no le faltó intensidad en los argumentos, pero tampoco diálogo. El gobierno acudió receptivo y dispuesto a realizar modificaciones en una propuesta de ordenanzas fiscales que, por segunda vez en su historia, afronta en minoría y para la que necesita el apoyo de algún grupo de la oposición.
La comisión informativa arrancó con la reflexión de Vega sobre las "incertidumbres" que todavía hoy marcan la configuración de las ordenanzas fiscales debido, principalmente, a la ausencia de un proyecto de presupuestos del Estado. Sin Presupuestos Generales, el Ayuntamiento va a ciegas a la hora de determinar una partida tan importante para las arcas municipales como la participación en los ingresos del Estado (PIE).
Con esta y otras incógnitas, el bipartito plantea una subida general del 1% en los tributos locales, con algunas excepciones. Una de las más notorias será, probablemente, la tasa de residuos. La amenaza de una subida del canon de residuos que aplica la Generalitat y el encarecimiento del tratamiento de la fracción resto, que en lugar de depositarse en Coll Cardús es probable que deba ir a Tarragona y a L’Anoia, son factores que pueden repercutir en un aumento de la tasa que se cobra a los contribuyentes por encima del 1% general.
Otros impuestos, tasas y precios públicos no subirán, sino que se mantendrán tal y como están. También lo aseguró el lunes Vega, aunque, más allá de la congelación del impuesto de vehículos, no concretó cuáles serían.
La sesión no permitió saber todavía cuál será el sentido del voto de los distintos grupos de la oposición. La reunión tuvo un carácter eminentemente técnico. El director de Gestión Tributaria y Recaudación, Miquel Àngel Gamell, se empleó a fondo para explicar las modificaciones introducidas en algunas ordenanzas.
Cambios en el cementerio
Los cambios en las tasas del cementerio fueron de los más debatidos. La empresa municipal Funerària propone limitar la bonificación del 50% que se aplica a la compra de nichos procedentes de reversión sólo a las sepulturas más antiguas y que no tienen una situación tan atractiva, como las ubicadas a partir del cuarto piso. Son, precisamente, las que menos demanda tienen. Gamell explicó que ya no hay nichos nuevos disponibles. Todos los que se adquieren son procedentes de reversión, que se da cuando el propietario cede la titularidad, de nuevo, al Ayuntamiento. Es un fenómeno que ha aumentado estos años de crisis. Hay familias que devuelven el nicho al Ayuntamiento antes de que finalice el periodo de concesión.
Este cambio suscitó dudas entre Xavier Matilla (TeC) y Maria Sirvent (CUP), que consideran que, de esta forma, quienes tienen menos capacidad económica sólo podrán optar a los nichos más baratos y, por tanto, peor ubicados y en peor estado. "Con esta bonificación, en función de lo que puedas pagar irás a un sitio u otro del cementerio. El Ayuntamiento no debería contribuir a acentuar las diferencias económicas de la población", se quejó Matilla. Sirvent propuso que el descuento no se aplique al nicho en cuestión, sino a la familia, en función de su renta, para que el "paradigma actual donde la capacidad económica es la que te da un mejor lugar en el cementerio" no sea tan decisivo. Para el portavoz de TeC, podría cambiarse el sistema de elección de nicho, de manera que sea el Ayuntamiento el que oferte los que quiera y en el lugar que desee, y se vayan asignando por orden de llegada.
Otro cambio es el aumento de la tasa de cremación, que se encarecerá en cien euros, para repercutir una importante inversión que realizará Funerària (de un millón de euros) en la compra de nuevos hornos crematorios. Quienes sólo contraten el servicio de cremación, es decir, operadores privados, en la mayoría de casos, deberán pagar este incremento. En cambio, quienes utilicen el resto de servicios funerarios municipales (salas de duelo, tanatorio, compra de ataúd, etc) no notarán este aumento ya que se les compensará con una rebaja en el resto de tarifas.
Los portavoces de los distintos grupos municipales volverán a reunirse el jueves de la próxima semana en comisión para acabar de concretar algunos aspectos y fijar una postura. El pleno extraordinario de aprobación de ordenanzas fiscales está previsto para el próximo 28 de octubre.