Terrassa

Ascensión singular a La Mola

A pesar de tener una movilidad reducida, seis personas de entre 7 y 51 años subieron este domingo hasta la cima de La Mola. Lo consiguieron gracias a unas sillas especiales y a la colaboración de distintas entidades y numerosos voluntarios.

Todo empezó cuando la asociación Todos con Aleix y Max contra la histiocitosi, una entidad que tiene como objetivo la difusión de esta enfermedad minoritaria y la recaudación de fondos para su investigación y cura, pidió hacer esta subida singular al equipamiento accesible e inclusivo de la Casa Nova de l’Obac de la Diputació de Barcelona, que gestiona la empresa CIMA.

Para dar respuesta a la demanda se emprendió una tarea de búsqueda de "Joëlette", unas sillas todo terreno de una sola rueda que, con la ayuda de acompañantes, permiten la práctica del senderismo a personas con discapacidad física o movilidad reducida. La Diputació de Barcelona prestó las dos sillas de esta tipología que tiene a disposición de la Xarxa de Parcs Naturals. La asociación Rodamunt, especializada en el fomento de la accesibilidad a la montaña mediante sillas adaptadas, aportó dos sillas y cinco voluntarios expertos. La Fundació Avan (Amics de la Neurologia), que tiene como propósito dar apoyo a personas afectadas por enfermedades neurológicas, proporcionó otra silla "Joëlette", mientras que Creu Roja aportó otra silla específica y un voluntario.

Gracias a estas aportaciones, el domingo seis personas con movilidad reducida, la mayoría de ellas terrassenses, pudieron subir hasta lo más alto del Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac y gozar de este lugar emblemático, junto con amigos y familiares. La ascensión empezó a las nueve de la mañana en Can Robert, donde se reunieron las cerca de 200 personas que participaron en la excursión (voluntarios, familiares y amigos de los afectados). Des de allí, recorrieron la pista hasta Can Pobla y posteriormente enlazaron con el histórico camino de los Monjos hasta La Mola. Una vez arriba, descansaron, comieron y cogieron fuerzas para la bajada.

Aaron, el más pequeño del grupo
El más pequeño del grupo, Aaron, es un terrassense de siete años que padece AME, (Atrofia Muscular Espinal), una enfermedad neuromuscular degenerativa de carácter genético que está considerada como una enfermedad rara y que no tiene cura ni tratamiento alguno. El domingo cumplió un sueño, subir a La Mola, que según explica Sonia Giménez, una de las participantes, "no fue tarea fácil porque el tiempo hizo que el ambiente estuviera constantemente húmedo, haciendo que el suelo permaneciera mojado y resbaladizo". Sin embargo, la excursión se desarrolló según lo previsto y Aaron, como los otros participantes, pudo disfrutar de una experiencia singular: subir hasta lo más alto de una montaña.

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