El exalcalde de Sant Cugat Joan Aymerich hizo ayer una lectura política del plan parcial urbanístico de Can Mates para justificar su actuación en ese sector, donde según él sin la llegada de Boehringer se hubiesen construido viviendas. Dijo que "perseguíamos un modelo que huyese de convertir Sant Cugat en una ciudad dormitorio y que evitase llegar a los 300 mil habitantes. Por eso rebajamos el techo de viviendas, para no pasar de los cien mil". Siguiendo con el modelo de ciudad que dibujó bajo su mandato, Aymerich explicó que "queríamos que se implantasen empresas tecnológicas que produjesen empleo y fortaleciesen las arcas municipales", en referencia a Boehringer, "para así evitar aumentar impuestos al tiempo que podíamos ofrecer a la ciudadanía unos buenos servicios".