Las concejalías de Comercio y de Promoción Económica, los grupos municipales (TeC, ERC, CUP yC’s) y los comerciantes del Mercat de la Independencia han dado un paso adelante en el proyecto de incorporar entidades sin afan de lucro y de economía colaborativa a los diez puestos vacíos del mecado, poniendo fin así a un espacio "frio" y generando un mayor tráfico de público joven.
El miércoles por la tarde se celebró un encuentro multilateral con el objetivo de explorar consensos. La CUP, impulsora del proyecto, presentó la propuesta en junio en comisión informativa y en julio fue debatida por los grupos municipales, que acordaron madurar la idea de la mano de los concesionarios del Mercat.
La primera reunión se celebró el miércoles y en ella los paradistas manifestaron su sintinía con el proyecto al que, eso si, ponen algunas condiciones. "La iniciativa nos parece muy positiva -comentaba ayer Yolanda Alfaro, presidenta de la Associació de Concesionaris del Mercat de la Independència-. Todo lo que sea complementar la oferta del mercado es bueno, por eso pedimos que las nuevas implantaciones no entren en colisión con la oferta ya existente".
Uno de los retos del proyecto de la CUP es el encaje de las nuevas actividades en la dinámica del mercado, que en breve dejará atrás la gestión municipal para asumir los paradistas el día a dia del espacio y la actividad comercial. "Si las nuevas actividades responden al modelo de Fupar no habrá ningún problema", apunta Alfaro, que pide cada propuesta en firme sea analizada por la asamblea de comerciantes.
En la reunión del miércoles quedó claro que la llegada de entidades sin afan de lucro y de economía social al Mercat de la Independència no será a corto plazo. A partir de ahora se buscarán candidatos a ocupar las 10 plazas libres del mercado y se estudiará la idoneidad de cada caso.
El tema de la fiscalidad es uno de los escollos a salvar. La ordenanza fiscal prevé bonificaciones para las entidades sin afan de lucro y los comerciantes piden que, como ocurre con Fupar, los nuevos inquilinos contribuyan a la financiación de los gastos ordinarios del mercado. "Fupar no paga la concesión pero organiza talleres y colabora en nuestras campañas fabricando las pancartas a bajo coste", comenta Alfaro.
Retorno social y económico
La CUP está convencida de la rentabilidad social, comercial y económica de su iniciativa. Además de aumentar el tráfico de clientes del mercado mediante proyectos con retorno social, los nuevos puestos de venta aportarían cada cinco años entre 90 mil y 180 mil euros por parada en concepto de canon. La cifra variaría, afirma la CUP, en función de la bonificación aplicada.
Todos los agentes implicados en el proyecto tienen claro que "cualquier medida debe ser consensuada con los paradistas del Mercat", afirman todas las fuestes consultadas. La CUP opina, además, que "falta voluntad para apostar por un consumo sostenible y de proximidad. De calidad y que fomente la soberanía alimentaria. Justo lo contrario al modelo de grandes superficies que se ha instalado en Terrassa y que está destruyendo el tejido comercial".