La aparición de fotos inéditas de Gaudí, entre ellas su retrato más joven, datado hacia 1878, es uno de los temas estrella del II Congreso Mundial sobre Gaudí, que ha comenzado en Barcelona y que ha puesto en entredicho el estado de conservación del Parque Güell, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Xavier Jové, autor del hallazgo, encontró el retrato de Gaudí a través de un portal de Internet que vendía fotografías antiguas.
“Es una imagen en color de un Gaudí joven que se hizo hacia 1878, recién acabada la carrera de Arquitectura y cuyo destino podía ser la orla universitaria”, ha explicado Jové, quien ha informado de que el fotógrafo que la hizo era Leopoldo Rovira, que tenía estudio en la Rambla barcelonesa.
Jové ha llegado a la conclusión de la fecha por la técnica utilizada: “Era un retrato hecho sobre una fotografía transparente, técnica patentada en Francia en 1873 y que el conocido estudio barcelonés Napoleón, siempre por delante del resto, utilizaba en 1876 en Barcelona y por eso es fácil situarla en 1878”.
El retrato está hecho por un miniaturista que ha respetado detalles hasta el punto de que un estudio forense, encargado a los forenses Narcís Bardalet -embalsamador de Dalí- y María José Abserías, ha determinado que se trata de Gaudí.
Abserías ha precisado que se ha hecho “un estudio científico forense de la fotografía basado en las partes anatómicas que dan identidad como el terso facial, los cabellos, la barba, los ojos, la nariz y la oreja y, comparada con otras fotografías del Gaudí viejo se puede hablar de una identificación posible”.
Jové ha descubierto asimismo otras dos fotografías inéditas relacionadas con Gaudí: “Una imagen de 1913-15 de una parte destruida de la casa Larrard, hoy desaparecida y que formaba parte del Parque Güell, y de la que solo se conocen los bancos de piedra artificial y la puerta de la capilla; y otra fotografía de un dibujo del proyecto de la Sagrada Familia”.
En esta última fotografía, ha añadido Jové, se aprecia “una estructura inédita en Gaudí, una torre acabada con una extraordinaria cúpula geométrica que debía formar parte de la fachada del nacimiento y que probablemente el propio Gaudí descartó en algún momento”.
Jové sitúa esa fotografía en la primera década del siglo XX por el coronamiento de las torres de esa fachada con el rombo y la cruz actuales, que Gaudí incorporó en 1910.
La segunda edición del Congreso dedica especial atención a dos obras emblemáticas de Gaudí: la Torre Bellesguard y el Parque Güell, con un estado de conservación desigual, según ha señalado el organizador del encuentro, Pere Figuerola.
La torre se ha conservado de manera más digna y se han respetado las obras que hizo Gaudí, mientras que respecto al parque, Figuerola ha revelado que una ponencia de una investigadora de la Complutense constata que “en la actualidad ha desaparecido el 80% de la cerámica original del banco ondulado”.
Conrad Kent, doctor de la Universidad de Harvard y gran experto mundial en el Parque Güell, ha definido la intervención en el parque modernista como “tragedia” debido a su “degradación”.
“Me ha dado una pena tremenda ver el destrozo del banco, con esos trabajos tan groseros que eliminaron la cerámica finísima, delicada y frágil original, sustituida por una cerámica industrial contemporánea”.
A juicio de Kent, se debe compaginar el uso público con la conservación y los materiales no son un problema sino que debe haber más empeño por parte de las administraciones para proteger la obra original de Gaudí: “La madera de Noruega de hace mil años es difícil de conservar, pero se mantiene”.
Hace dos años, ha apuntado Figuerola, “la Unesco pidió al gobierno español un informe sobre la situación de las obra de Gaudí, algo poco usual, ya que habían visto fotos de turistas tocando el dragón o porque se presentaban restauraciones que en realidad eran reconstrucciones”.
Para Figuerola, no es verdad que no haya fotos originales para acometer las restauraciones, como demuestra que en el Congreso se ha proyectado el filme “La reina joven”, de Magí Murià basada en una obra homónima de Ángel Guimerà con Margarida Xirgu, rodada en 1916, diez años antes de la muerte de Gaudí.
Figuerola se ha referido asimismo al calificativo de “mona de pascua” que le dedicó el concejal de Arquitectura de Barcelona, Daniel Mòdol a la Sagrada Familia: “Me gustan las monas de pascua por goloso y por ser símbolo de tradición, pero la Sagrada Familia es hoy símbolo de innovación y de alta tecnología, que se estudia en Melbourne, en Alemania y en China”.