La falta de gobierno en España sigue aumentando y se sitúa entre los principales problemas del país para los ciudadanos, según el barómetro de septiembre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Según esta encuesta elaborada en los primeros días de septiembre, tras la investidura fallida de Mariano Rajoy, el 11,6 por ciento de los ciudadanos ven la falta de gobierno como un problema -cinco puntos por encima del barómetro anterior, hecho en julio, tras los comicios del 26J-.
Con este aumento, la falta de gobierno se coloca como la quinta preocupación para el país, por detrás del paro (71,6%), la corrupción y el fraude (36,6%), los políticos (29,3) y los problemas económicos (23,7).
La falta de gobierno se colocó en marzo entre los diez principales problemas del país según el CIS en el mes de marzo, pero es la primera vez que se coloca entre los cinco primeros.
Tras los cinco problemas principales citados se sitúan otros, como la sanidad, citada por el 11,2 por ciento, la educación (10,9%) y los problemas de índole social (8,5%)
A la preocupación sobre la ausencia de un gobierno -España lleva con gobierno en funciones casi nueve meses- se suma la percepción pesimista sobre la situación política.
Y es que el 87,1 por ciento de los ciudadanos -diez puntos por encima del barómetro anterior- creen que la situación política en España es mala o muy mala, frente a solo un 0,9 por ciento que la ven buena o el 9,9 por ciento que la califica de regular.
No son tampoco optimistas sobre el futuro: sólo el 15,4 por ciento creen que la situación política mejorará, un punto menos que en la anterior encuesta. Un tercio de los encuestados (33,4%) considera que seguirá igual y el 25,1 por ciento augura un empeoramiento.
En cuanto a la situación económica, sigue siendo una mayoría la que considera que es mala o muy mala, el 64,7 por ciento, frente a solo un 4,2 por ciento que dice que es buena o el 30,3 por ciento que la ve regular.
Más de la mitad (50,2) consideran que la situación económica está igual que hace un año, y sobre el futuro, sólo el 17,2 por ciento augura que mejorará en los próximos doce meses, frente a un 40,2 por ciento que no espera cambios y un 22,8 por ciento que incluso considera que empeorará.
La percepción económica, no obstante, es mejor en el plano personal, aunque tampoco es del todo optimista.
Caasi la mitad, el 48,9 por ciento, califica de regular su situación económica personal, aunque son más (el 35,5 por ciento) los que la consideran buena o muy buena que los que la califican de mala o muy mala (15%).
En un año, el 62,3 por ciento de los encuestados no espera cambios en su situación económica personal, mientras que el 17,7 por ciento esperan que mejore y un 7,5 por ciento cree que empeorará.
Entre quienes trabajan impera el optimismo porque una gran mayoría (77,7%) ven poco o nada probable perder su empleo en el próximo año, frente a un 12,5 por ciento que lo consideran muy o bastante probable.
Y entre los desempleados es mayor el pesimismo pues más de la mitad (51,3%) ve poco o nada probable conseguir un trabajo en los próximos doce meses, frente a un 39,9 por ciento que sí espera lograrlo, porque lo ve muy o bastante probable.
El barómetro del CIS pregunta una vez más a los encuestados sobre el modelo de estado.
Siguen siendo mayoría los que defienden el esquema autonómico actual (36,8 por ciento), por delante de quienes apuestan por un sistema que dé más capacidad de autogobierno (13,4).
El 16,6 por ciento aboga por que el Estado tenga un gobierno central sin autonomías, mientras que el 9,8 por ciento se inclina por reconocer a las comunidades la posibilidad de ser independientes.