Diners

Rebelión en el telemarketing

Los trabajadores del sector de los contact center (telemarketing) siguen en pie de guerra y amenazan con ir a una huelga general de 24 horas, a nivel estatal, el próximo 6 de octubre por el bloqueo en las negociaciones del convenio del sector tras veintiún meses de infructuosas conversaciones entre sindicatos y patronal. Ayer la gran mayoría secundó la tercera jornada de paros parciales para exigir a la patronal que retire su propuesta de renovación de convenio, ya que la actual “empeora” las condiciones laborales. Así lo asegura Jessica Díaz, delegada sindical de CCOO en Emergia Contact Center, situado en la calle Colom, de Terrassa, y donde trabajan alrededor de 250 empleados, la gran mayoría mujeres.

Este centro da servicio de fidelización de clientes y canal a una empresa de telefonía, y de emergencia 24 horas a una compañía eléctrica.

Ayer, los paros parciales fueron seguidos por la gran mayoría de la plantilla, que salió al exterior, se sentó en corrillos y celebró una asamblea. El ambiente está caldeado. Los tres sindicatos con representación en Emergia, CCOO, UGT y COS, han presentado una denuncia contra la empresa por “coacciones” con motivo del paro. “Nos amenazaron con contar los días de huelga como absentismo, cuando por Ley no puede ser así, y dejarnos sin incentivos, ni retenes ni ampliación horaria”, dice Raúl Pardo, de la sección sindical de la Coordinadora Obrera Sindical (COS). Tras la jornada de ayer, los sindicatos intentarán reabrir las negociaciones “pero si no hay avances realmente, el 6 de octubre la huelga será inevitable”, añade Jessica Díaz. Los trabajadores del sector tienen los salarios congelados desde el 1 de enero de 2014 y la patronal plantea prolongar esta situación hasta 2019. De media, se cobran 750 euros netos al mes en este sector. “Argumentan que con la crisis tienen menos beneficios, que cierran empresas y que hay mayor competencia por las subcontratas y las ETT. Pero luego miras las cifras oficiales e indican que los beneficios son mucho mayores de lo que dicen”, añade Díaz.

Sueldo escaso
En Emergia una trabajadora que realiza 39 horas a la semana cobra unos 980 euros; las que poseen contratos de cuatro horas, la gran mayoría, sobre 600 euros (en todos los casos incluye las pagas extras porrateada). “Cobro ochocientos euros al mes. Me da para comer e ir pagando facturas. Con este sueldo, en fin, no se puede hacer mucho más…. Menos mal que la familia siempre te ayuda”, dice una empleada con hijos a su cargo. Otra empleada, más joven, que trabaja sólo cuatro horas a la semana, cobra 550 euros al mes; “esto es una miseria y es una situación realmente triste”, reconoce. Además del salario, congelado, también denuncian las condiciones de un trabajo “repetitivo y agotador mentalmente. Hay campañas en que te exigen objetivos de venta inalcanzables y eso te produce mucho estrés. Por la noche llego a casa muy mal”, dice una operaria, que prefiere mantener el anonimato. “Nos piden calidad excelente, que el cliente quede satisfecho y dé una valoración alta. Y todo eso en 4 minutos”, añade.

Flexibilidad horaria
Los trabajadores denuncian que la empresa plantea ampliar la flexibilidad horaria. Según el sindicato COS, las compañías del sector “quieren imponer la flexibilidad horaria, que estemos a su servicio disponibles las 24 horas y los 365 días del año, sin limitación de jornada ni de banda horaria, tenernos trabajando incluso doce horas seguidas, también a los empleados con contratos parciales”. Una trabajadora, con residencia en Terrassa y que también quiere mantener el anonimato, se queja de que la “empresa no mira por la plantilla, somos sólo un número. No tiene en cuenta para nada nuestras necesidades de conciliación de la vida laboral y la familiar y hay casos, en este particular, que son graves”.

También se quejan del desconocimiento del sector que tiene el público en general. Estas trabajadoras están permanente pegadas al teléfono (con sólo cinco minutos a la hora para el descanso visual y quince o veinte minutos para comer). “Realmente hay gente muy mal educada (al otro lado del teléfono) que no entiende para nada nuestro trabajo”, denuncian. “Muchos creen que nos aprendemos de memoria un argumentario y lo vamos repitiendo. Pero no saben que para algunas campañas, como las relacionadas con las eléctricas, tenemos que hacer formación 3 semanas para poder atender las llamadas con conocimiento”.

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