Catalunya / España

Barrientos advierte que es “peligroso” difundir las sospechas sobre los jueces

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Jesús María Barrientos, ha mantenido que es “injusto y peligroso socialmente difundir sospechas sobre la independencia de los jueces” y predecir sus resoluciones, tras advertir de los sectores que quieren “erosionar” las instituciones.
En su discurso con motivo de la apertura del Año Judicial en Cataluña, Barrientos ha defendido hoy la independencia del poder judicial cuando está próximo el juicio a Artur Mas por la consulta soberanista del 9N, que él mismo presidirá por su cargo de presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
El discurso del presidente del TSJC llega apenas días después de que el exconseller Francesc Homs proclamara, en su declaración como investigado ante el Tribunal Supremo (TS) por la consulta de independencia, que la causa del 9N es política y que la sentencia ya está “dictada”.
Barrientos ha avisado hoy de que la crisis social y política, “tanto nacional española como catalana”, constituye un “campo abonado” para que los ciudadanos pierdan la confianza en las instituciones, lo que se ve agravado en su opinión “cuando confluyen fuerzas, externas e internas”, interesadas en erosionarlas.
“Es radicalmente injusto, además de peligroso socialmente, difundir sospechas sobre la independencia de los jueces o emitir juicios interesados predictivos de sus resoluciones”, ha resaltado.
En ese sentido, ha asegurado que los jueces y magistrados, desde que juran su cargo, incorporan “los valores constitucionales de independencia, responsabilidad y sometimiento a la ley, como únicos motores” de su actividad, y se ha mostrado convencido de que su “legitimación y fortaleza” se logra “desde el recto ejercicio de la función de juzgar”.
Asimismo, el presidente del TSJC ha hecho suyas las palabras que pronunció el pasado 6 de septiembre el presidente del Supremo, Carles Lesmes, que en la apertura del año judicial afirmó que las “incertidumbres” de la democracia española debían afrontarse desde “la fortaleza y calidad de sus instituciones”.
“Creo que todos podemos compartir ese análisis, y también que las conquistas de nuestro Estado constitucional sólo se preservarán desde el respeto y la exigencia de sus propios valores y principios, como antídoto frente a las amenazas que se ciernen sobre nuestros derechos como ciudadanos libres e iguales”, ha afirmado.
Por otra parte, el magistrado ha reconocido la “implicación y el esfuerzo dotacional” del Departamento de Justicia en la mejora de las condiciones de trabajo y la transformación de los entornos físicos de la actividad judicial, aunque ha añadido que para su “optimización” se requiere un mayor presupuesto.
Barrientos ha lamentado además el “retraso” en la respuesta judicial a los litigios, que en su opinión es “manifiestamente inaceptable” en las causas que afectan a los intereses más sensibles, como son familia, incapacidades y tutelas, derechos laborales o corrupción.
Para el magistrado, “socialmente no es comprensible” el retraso con que se están tramitando algunas causas por corrupción, “por mucho que se trate de delitos complejos”, motivo por el que la sala de gobierno del TSJC está reforzando algunos órganos que están investigando casos de este tipo, ha anunciado.
También parafraseando a Lesmes, Barrientos ha apuntado que la lucha del poder judicial contra la corrupción es “incuestionable” y ha garantizado que “los corruptos, antes o después, rendirán cuentas ante la sociedad”.
La ceremonia de apertura del año judicial ha estado presidida también por el fiscal superior de Cataluña, José María Romero de Tejada, que ha evitado cualquier alusión a la causa del 9N o al debate soberanista, cuando el ministerio público está en vísperas de presentar su escrito de acusación contra Artur Mas, con un plazo que finaliza el próximo martes.
Este ese el segundo año consecutivo en que el presidente de la Generalitat no acude a la inauguración del año judicial -aunque sí lo han hecho los consellers de Interior, Jordi Jané, y de Justicia, Carles Mundó-, ya que se encuentra de viaje oficial en Oporto.
Tampoco estuvo el año pasado en el acto de apertura del año judicial Artur Mas, ya encausado por el caso del 9N, pese a que la presencia de los presidentes de la Generalitat en esta ceremonia oficial ha sido habitual históricamente.

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