Condenados a perder tiempo, dinero, salud y la paciencia. Los vallesanos lo sabían, pero ahora el Real Automóvil Club de Catalunya le ha puesto cifras al colapso diario de la C-58.
La última auditoría del RACC analiza los niveles de congestión de los corredores viarios de acceso a Barcelona, en los que cada día los conductores pierden 52 mil horas por culpa de los atascos de tráfico. En el ranking de las vías más saturadas, la autopista C-58 registra la mayor intensidad de vehículos, con una media diaria próxima a los 120 mil, por delante de otros corredores habitualmente saturados como la B-23, la B-20 o vías transversales como las rondas o la autopista AP-7.
Los corredores de las rondas, el Vallès Occidental (C-58) y el Baix Llobregat concentran cerca del 80% de la congestión viaria. Concretamente en el eje vallesano se ven afectados por las retenciones 30 mil usuarios en vehículo privado cada día. Atrapados en el coche, la furgoneta o el camión, los vallesanos acumulan una pérdida de tiempo anual que supera el millón de horas.
El RACC calcula que cerca de 200 mil personas que acceden diariamente al Area Metropòlitana de Barcelona padecen retenciones. Proceden de un radio de 30 kilómetros de distancia y soportan un importante perjuicio en horas perdidas y en costes económicos y perjuicios medioambientales.
Las víctimas del atasco se dejan en la carretera más de 50 mil horas diarias por la congestión, que equivalen a 12,8 millones anuales de horas perdidas, con un coste de 137 millones de euros, el equivalente a un 0,1% del PIB catalán. Traducido a nivel individual, cada usuario se deja anualmente 685 euros en atascos. El Barcelonés, el Vallès Occidental y el Baix Llobregat asumen el 70% de ese coste económico, en proporciones muy similares.
La congestión aumentará
Durante la última década, la crisis económica ha comportado un descenso en el volumen de tráfico en los accesos a Barcelona y en la congestión, que se ha reducido un 51% según estima el RACC. La entidad advierte, sin embargo, que el año 2015 la cifra de desplazamientos ha vuelto a repuntar -un 3% la movilidad y un 28% la congestión-, de tal manera que, "si no se articulan medidas pronto, es posible que en los próximos años la congestión se incremente un 50%, alcanzando los niveles previos a la crisis. El fenómeno comportará una pérdida de competitividad económica y de afectación a la calidad del aire".
Casi 4 millones de habitantes
En 2007, la Fundació RACC presentó su primera auditoría de la congestión en el entorno metropolitano, un informe que contrasta con la realidad actual. Ambos documentos analizan la movilidad en una corona metropolitana, que concentra una población de 3.860.000 habitantes y reúne el 80% de los trabajadores que acceden a Barcelona,
En este momento más de la mitad de la saturación viaria originada por esos desplazamientos se concentra en una horquilla crítica de 6 horas, entre las 7 y las 10 de la mañana y entre las 5 y las 8 de la tarde, con una punta entre las 8 y las 9 de la mañana. El 78% de los trayectos son en coche y el 22% en autobús.
A nivel individual, los ciudadanos que se desplazan en la hora punta de 8 a 9 de la mañana sufren un retraso medio acumulado a la semana de 80 minutos. En términos de pérdida de jornadas laborales, los retrasos en horas punta equivalen anualmente a 8 días de trabajo perdidos.
Por la perseverancia de la congestión, los usuarios de las rondas de Barcelona son los más perjudicados, con demoras que en las horas críticas superan los 150 minutos a la semana.
El panorama de la movilidad se complicará en los próximos años y el RACC sugiere adoptar medidas que alivien la presión del tráfico y reduzcan el nivel de contaminación. Entre las prioritarias (ver ficha) mejorar la oferta de transporte público, con especial acento a las inversiones comprometidas para el servicio de en Rodalies.