Los Juzgados de Terrassa acogieron el miércoles un juicio exprés con el alcalde de Vacarisses, Toni Masana, y un vecino de la urbanización de Can Serra como protagonistas. La vista se celebró después de que la semana pasada el primer edil presentase una denuncia ante los Mossos afirmando que había sido amenazado de muerte por este vecino -con quien no tiene relación alguna- tras la retirada de la bandera española de la fachada del Ayuntamiento con motivo de la celebración de la Diada.
El fiscal solicita para el acusado, que se enfrenta a un delito de amenazas de muerte, una orden de alejamiento del alcalde de tres meses y una multa, mientras que la defensa de Masana eleva su petición a seis meses de alejamiento y mantiene la misma sanción económica. La sentencia se hará pública el próximo martes.
Rifirrafe
Los hechos se remontan al lunes 12, un día después de la celebración de la Diada, que fue aprovechada por el alcalde para descolgar la bandera española del Ayuntamiento durante todo ese fin de semana. Ese lunes por la mañana, este vecino de Can Serra acudió al Ayuntamiento y preguntó a una trabajadora municipal por el alcalde, que en ese momento no se encontraba en las dependencias municipales. Entonces le dejó a la funcionaria un mensaje para Masana: “Le dijo que me dijese que me pegaría un tiro si la bandera española no estaba colgada en el Ayuntamiento”, explicó ayer el primer edil, quien al día siguiente puso la denuncia en Mossos.
El mismo lunes la bandera española volvió a lucir en la fachada del edificio consistorial, al lado de la cual un letrero indica que está colgada por requerimiento legal de la delegación del Gobierno, administración con la que Masana ha protagonizado más de un rifirrafe por el tema de bandera.
El máximo dirigente municipal explicó ayer que este mismo vecino ya se había personado con anterioridad, sobre septiembre de 2015, en el Ayuntamiento, también con la intención de hablar con él, pero en aquella ocasión tampoco estaba. En aquella visita, el vecino advirtió que denunciaría al Consistorio porque la bandera española no ondeaba en la fachada.
Sobre las amenazas de muerte, Masana denunció ayer que “estas actitudes son típicas de otra época” y que “distorsionan el funcionamiento del Ayuntamiento”. “Más allá del tema de las banderas -añadió- no se puede ir amenazando de esta manera a la gente. Hay medios para hacer las cosas de otra forma”. Después de lo sucedido, el primer edil niega tener miedo, aunque “sí estoy preocupado”, admite.