Nunca una derrota fue tan dulce. Pese a perder el sábado por la noche la final ante Estados Unidos por 52 puntos a 68, el equipo paralímpico español de básquet en silla de ruedas festejó la medalla de plata como si fuera de oro. Para un equipo cuyo máximo logro había sido una cuarta plaza cosechada hace dos décadas en Atlanta, colgarse la final fue todo un éxito. Y uno de los componentes del equipo español que estaba especialmente radiante era el número 11, el escolta egarense Jordi Ruiz, que vivía su primera experiencia paralímpica y la acabó de la mejor manera: colgándose una “chapa” al cuello, en este caso una medalla de plata. Había otro representante egarense en el combinado español: el delegado de equipo Raúl Elía, que fue el responsable de que todo estuviera a punto para los chicos. Compartió con ellos una experiencia única, que quedará grabada a fuego en la memoria colectiva de todos ellos. No sólo aportaron una medalla de plata a la delegación española, sino que dieron, seguramente sin saberlo, un gran impulso a su deporte, el básquet en silla de ruedas en particular y al deporte adaptado en general.
La final soñada
Poder disputar la gran final paralímpica en el Carioca Arena era un sueño que pocos de los integrantes de la selección (Ruiz el primero) se atrevían a vislumbrar cuando aterrizaqron en Río de Janeiro. Pero su impecable juego y la calidad de sus jugadores acabó convirtiendo en realidad un sueño que se antojaba imnposible. Ya en la final, con la plata asegurada, lo hicieron todo para derrotar a Estados Unidos, pero no pudo ser. Acabaron perdiendo de dieciséis, pero lo hicieron con una sonrisa en los labios. Nunca una derrota fue tan celebrada. Y con toda justicia, ya que los pupilos de José Manuel Artacho hicieron historia en Río de Janeiro.
En la primera final paralímpica de la historia del básquet español, España dio la cara en todo momento. Pese a la diferencia final, el equipo cuajó un excelente partido y mantuvo sus opciones hasta el último cuarto. Jordi Ruiz actuó por espacio de 13 minutos y 28 segundos, anotando siete puntos en este partido. El jugador terrassense hizo una serie de 2/5 en tiros de 2 puntos y 1/2 en triples.
El primer cuarto fue equilibrado y acabó con un resultado de 8-12, después de que España llegase a disponer de ventajas de cuatro puntos a su favor. En el segundo, Estados Unidos tomó la iniciativa y llegó al descanso con una ventaja de seis puntos: 23-29. La entrada de Joshua Turek (que jugó la pasada temporada en el Bidaideak Bilbao) dio a los americanos una pequeña ventaja de seis puntos gracias a su acierto exterior, pero España continuó con Asier García al timón para romper la defensa adversaria desde la pintura. Lo aprovecharon Jordi Ruiz y Alejandro Zarzuela bajo el aro. La diferencia se estrechó y se estiró después hasta los siete puntos (20-27) poco antes del descanso, al que se llegó con 23-29.
Máxima renta norteamericana
En el tercer período, Estados Unidos obtuvo una máxima renta de diez puntos (25-35), pero España fue recortando poco a poco hasta situarse a sólo dos (42-44). Acabó el período con el choque abierto (42-47). Estados Unidos confirmó su papel de favorito en el tramo final. Tomó una renta de 12 puntos (44-56) y gestionó los últimos compases con acierto para lograr el oro.
La única vez que España luchó por una medalla fue en Atlanta´96, donde jugó contra Estados Unidos y perdió el bronce por 60-66. Con esta plata se despide de Río 2016 haciendo historia. Nunca había llegado al podio en los ocho Juegos anteriores en los que aportó equipo de básquet en silla de ruedas: Heidelberg´72 (12ª plaza), Toronto´76 (previa), Arhem´80 (11ª), Stoke Mandeville´84 (previa), Seúl´88 (12ª), Barcelona´92 (7ª), Atlanta´96 (4ª) y Londres 2012 (5ª).