Con más público que el pasado año, y un animado ambiente, favorecido por el buen tiempo, se desarrolló, el pasado fin de semana, en la Plaça Vella, la XXXIII Diada Sardanista/ 44è Aplec de Terrassa. Organizada por la Agrupació Sardanista Asert, contó con cuatro coblas (Ciutat de Terrassa, La Principal de Terrassa, Mil·lenària de Perpinnyà y Sant Jordi) que interpretaron un total de 44 sardanas, todas bailadas con ganas por las "rotllanes".
El sábado, a media tarde, la Ciutat de Terrassa detuvo su repertorio para dar paso a un pequeño y emotivo acto de homenaje a Marcelina Arranz González, miembro que fue de la junta de la Asert, y también entregada monitora de sardanas, fallecida el pasado 15 de abril, a los 66 años. El presidente de la Asert, Jacob Jordà, se refirió a Marcelina Arranz como un ejemplo de dedicación a la enseñanza de la sardana, y de voluntad de compartirla con todas aquellas personas que la aprecian y la disfrutan. Jordà también recordó a su marido, Andreu Lloveras, fallecido con anterioridad, y que igualmente fue un destacado sardanista terrassense. El acto contó con la presencia de sus hijas, Neus y Núria, y finalizó con la interpretación de la que era la sardana favorita de Marcelina Arranz, "Per tu ploro" . No estaba prevista en el programa, pero la Cobla de Terrassa accedió al cambio.
Sibemolls, ganadores
La tarde se cerró con otra sardana fuera de programa, y una sorpresa. La pieza fue "Patriarca dels castells", de Joaquim Soms, dedicada a Emili Miró, fundador de Castellers de Terrassa, que al día siguiente celebraban la diada a él dedicada. Y la sorpresa, el pilar que, cuando se interpretaba "Patriarca dels castells", levantó la colla blauturquesa.
El domingo por la tarde tuvo lugar el concurso de colles improvisades, que por segundo año consecutivo otorga el "Trofeu Tito Paüls", en memoria de Tito Paüls, exvicepresidente de la Asert, y añorado monitor de sardanas, fallecido en marzo de 2014. Participaron nueve grupos, y el primer premio fue para Sibemolls. El segundo se otorgó a Amunt i Avall, y el tercero, a Els Eixerits. La Diada fue asimismo el inicio de los cursos de aprendizaje de sardanas, con el encuentro de profesores y alumnos.